Las ventas de vehículos seminuevos han disminuido considerablemente. Y si se aumenta el impuesto sobre la compra de estos autos, los ingresos de los concesionarios dedicados a esta actividad económica, ya afectados, sufrirán aún más. Así lo expresaron los ejecutivos de ventas de los concesionarios de autos usados ubicados a lo largo de tres cuadras en la calle Seis de Marzo, desde su intersección con Francisco de Marcos, en Guayaquil.

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Días atrás, el Gobierno anunció que envió a la Asamblea un Proyecto de Ley Orgánica para la Mejora Recaudatoria, enfocado en combatir el lavado de activos. En ese documento, se propuso que sobre la base imponible se apliquen las tarifas establecidas en una tabla progresiva que será emitida en el reglamento de la ley, con la condición de que la tarifa no exceda el 5 %.

En el sector de venta de vehículos usados ha surgido gran preocupación por las nuevas medidas fiscales. “Antes vendíamos de dos a tres carros por mes, pero en lo que va de noviembre no se ha vendido nada. Y con el anuncio de que se va a pagar más impuestos, lo único que pasará es que se van a desplomar más las ventas”, señaló Saúl Benavídez, vendedor de carros usados.

Ningún ejecutivo de ventas consultado por EXTRA tuvo una opinión positiva sobre la situación del sector automotor. Muchos compararon la situación con la de los concesionarios de vehículos nuevos. "Ni siquiera los negocios que venden autos nuevos están obteniendo buenos resultados. Entre enero y septiembre de 2024, se reportaron solo 83.098 unidades vendidas, lo que representa una caída del 19,1 % en comparación con el mismo periodo de 2023, convirtiéndose en la cifra más baja desde 2020, según datos de Aeade. “Aquí en el sector de carros usados de la Seis de Marzo tenemos una caída de ventas del 80 % en septiembre y octubre, y en lo que va de noviembre tenemos cero ventas”, explicó Karen Mendoza, ejecutiva de ventas.

Concesionarias han decidido reducir los precios

La situación es tan grave que para intentar impulsar las ventas, algunos concesionarios han decidido reducir los precios. Un ejemplo de esto es un Kia Stylus del 2010, que antes se vendía en 6.500 dólares y ahora tiene un precio de 5.500 dólares.

La razón del aumento en los impuestos ha generado gran oposición. Según una encuesta realizada por EXTRA, el 82,4 % de los votantes no están de acuerdo con pagar más tributos.

José Julio Neira, director general de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), explicó en un video las razones detrás de la implementación del impuesto en el sector de vehículos usados. En la última evaluación nacional sobre el riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo, realizada por la UAFE y publicada en octubre de 2024, se identificó que uno de los sectores económicos de mayor riesgo es el de las comercializadoras de autos de segunda mano.

Según los estudios, el volumen de ventas de vehículos usados podría llegar a ser hasta tres veces mayor que el de los vehículos nuevos.

Neira detalló algunas de las alertas más significativas que la UAFE ha detectado en este sector. Uno de los puntos críticos es que las personas naturales dedicadas a la comercialización de autos usados no están obligadas a llevar contabilidad. Sin embargo, los administradores de los patios de venta de vehículos usados, consultados por EXTRA, afirmaron que operan de manera formal.

A pesar de ello, la UAFE señaló que los compradores de vehículos de alta gama en este sector no siempre tienen un perfil económico que concuerde con sus adquisiciones, lo que eleva el riesgo de actividades ilícitas.

El Fisco busca más ingresos

Varios analistas económicos consultados por EXTRA, como Jorge Calderón, opinan que ahora no es el momento para aumentar impuestos y que se percibe una urgente necesidad del fisco de obtener más recursos. “Subir el tributo no va a desanimar el lavado de activos, para lograr eso se requiere mejor control y registro”, afirmó Calderón.

Por su parte, los analistas Larry Yumibanda y Alberto Acosta también consideraron que el objetivo del proyecto de ley es recaudar más impuestos.

“Subir impuesto no es la manera de combatir el lavado de dinero. En la primera propuesta el pagar más tributos era para todo transporte incluso para motos, ahora dicen que es para el carro usado”, indicó Acosta. Agregó además que “se sabe que en el 2025 el Gobierno tiene que subir tributos por un equivalente de un 0,4 % del PIB y para el 2026 de un 0,6 %, esto en base al acuerdo con el FMI”.

Los tres expertos coincidieron en que en una economía deprimida, subir impuestos es contraproducente, comparándolo con pedir a un enfermo que done una pinta de sangre.

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