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Muere un voluntario de la vacuna de Oxford contra el COVID-19
Es la primera muerte reportada en los diversos ensayos de vacunas contra el coronavirus que se llevan a cabo en todo el mundo.
Las autoridades sanitarias brasileñas informaron este miércoles del fallecimiento de un voluntario que participaba en los ensayos de la vacuna contra la covid-19 de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca.
Los organizadores del estudio dijeron que una revisión independiente concluyó que no hay preocupaciones de seguridad y que continuarían las pruebas de la vacuna.
"Todos los incidentes médicos importantes, ya sea que los participantes estén en el grupo de control (los que reciben placebo) o en el grupo de la vacuna covid-19, se revisan de forma independiente", dijo la Universidad de Oxford en un comunicado.
"Tras una evaluación cuidadosa de este caso en Brasil, no ha habido preocupaciones sobre la seguridad del ensayo clínico y la revisión independiente sumada a la agencia reguladora brasileña recomendaron que el estudio debe continuar", explicó.
Según la prensa local, el voluntario era un médico de 28 años que trabajaba en la primera línea de la pandemia y murió por complicaciones de covid-19.
Citando fuentes cercanas a los ensayos, el diario brasileño O'Globo y la agencia internacional de noticias Bloomberg dijeron que el joven médico figuraba en el grupo de control, es decir, recibió placebo en lugar de la vacuna en fase de pruebas.
AstraZeneca dijo que, por la cláusula de confidencialidad, no puede dar detalles sobre ningún voluntario, pero que la evaluación independiente "no generó preocupaciones sobre la continuidad del estudio en curso".
La agencia de vigilancia sanitaria brasileña, Anvisa, confirmó que fue "notificada formalmente del caso el 19 de octubre".
La vacuna de Oxford es uno de los inmunizantes contra el nuevo coronavirus que se está probando en Brasil, donde la pandemia ya deja cerca de 155.000 fallecidos y 5,3 millones de infectados, lo que sitúa al país como uno de los más castigados del mundo por la enfermedad.
Los ensayos clínicos de la potencial vacuna británica comenzaron en Brasil en junio con la idea de que participaran unas 10.000 personas y solo sufrieron una pequeña interrupción en septiembre, cuando se informó de una reacción adversa de un voluntario.
"Anvisa reitera que, según los reglamentos nacionales e internacionales de la Buenas Prácticas Clínicas, los datos sobre voluntarios de pesquisas clínicas deben ser mantenidos en secreto, en conformidad con los principios de confidencialidad, dignidad humana y protección de los participantes", subrayó.
Por su dimensión continental y la alta incidencia del virus dentro del territorio nacional, Brasil se ha convertido en tierra fértil para los ensayos de las vacunas candidatas contra la covid-19.
En el país también se experimentan las vacunas que desarrollan los laboratorios Johnson & Johnson y el consorcio formado por BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos), así como la fabricada por la compañía china Sinovac.
Por otro lado, los estados brasileños de Bahía (nordeste) y Paraná (sur) han manifestado su disposición para probar entre sus habitantes la Sputnik V rusa, a falta del aval de las autoridades sanitarias federales.