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Inesperado giro en caso del padre Enrique Arcos: Asesinos serían sus conocidos
Oficial de Tungurahua aseguró que la víctima conocía a los criminales. Ellos se habrían ganado su confianza y así cometieron el crimen
Lo que inicialmente parecía un robo común ha destapado un acto de deslealtad que culminó en un final espantoso para el sacerdote Enrique Arcos Sevilla. Así lo reveló el coronel Fabricio Silva, jefe de la Subzona de Policía de Tungurahua.
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El oficial explicó que el sacerdote, al parecer, mantenía una relación de amistad con sus presuntos agresores, quienes habrían logrado ganar su confianza. En grabaciones se observó al párroco con tres sujetos, a quienes recogió en cada uno de sus domicilios y con quienes interactuaba normalmente, según Silva.
Esto sucedió el 30 de octubre, cuando los familiares del padre denunciaron su desaparición. A decir del oficial, los delincuentes saquearon la casa de su madre, donde vivía Arcos, y querían vaciar las cuentas bancarias de la víctima. Silva acotó que dos sospechosos están “plenamente identificados y se han emitido órdenes de captura”.
El lamento de los feligreses de Ambato
El crimen del padre Enrique Arcos Sevilla generó una profunda conmoción en los feligreses de Ambato, capital de Tungurahua. Este sacerdote brindó sus servicios religiosos en Izamba durante cinco años y hace un mes fue cambiado a Huachi Chico, donde apenas dio una misa.
El cuerpo del religioso fue hallado en Cotopaxi, la noche del 3 de noviembre. Las circunstancias fueron escalofriantes por la forma en que estaban sus restos (ver infografía más abajo).
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María Toapanta, quien es comerciante en Huachi Chico, no podía concebir que el párroco fuera asesinado de esa manera tan cruel. La mujer lo conoció cuando el padre tenía apenas 23 años (murió a los 53). “Recuerdo que sirvió en el sector de la Plaza de Toros, en el sur de Ambato, donde siempre estaba dispuesto a ayudar en las actividades sociales y eclesiásticas”.
Ayer, muchos querían hacer una calle de honor para recibir su féretro en Izamba, la parroquia donde sirvió gran parte de su vida. Pero debido a la situación, tendrán que esperar mientras avanzan los estudios forenses.
Verónica Moreno, una de sus feligresas de esta localidad, rememoró con cariño al curita que “siempre estaba ahí, con una palabra de esperanza, especialmente para quienes atravesaban momentos difíciles”.
Las indagaciones sobre el crimen del padre Arcos
En la mañana de este 5 de noviembre, el coronel Fabián Pérez, comandante de Policía en Cotopaxi, informó sobre el hallazgo del cadáver de Arcos en el sector de Panzaleo, cerca del botadero de basura. El coronel explicó que las prácticas forenses, que se llevan a cabo en el Laboratorio de Criminalística de Quito, serán fundamentales para determinar la causa de la muerte del padre. Este proceso tomará aproximadamente 15 días, tras lo cual el cuerpo será entregado a sus familiares.
Al ser consultado sobre la capacidad de los canes para desmembrar un cuerpo humano, Pérez afirmó que es posible, ya que los perros pueden desmembrar y consumir restos humanos. En el lugar donde se halló el cadáver no se encontraron mayores indicios, solo parte del cuerpo, con los pies atados con una soga. La investigación se está realizando en conjunto con unidades especiales de Tungurahua, ya que la desaparición fue reportada en esa jurisdicción.