Durante este feriado por el aniversario de fundación de Guayaquil, anímese a explorar un templo emblemático, disfrutar de deliciosa comida y conectar con la naturaleza sin alejarse demasiado. También puede darse un buen ‘playazo’ en las parroquias rurales costeras.

En la cabecera parroquial de El Morro, uno de los principales atractivos históricos es la iglesia de San Jacinto, que data de la época colonial. Además, en el Cerro del Muerto, una elevación rocosa que a distancia parece una figura acostada con las manos al pecho, se ofrece un paisaje espectacular.

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En el cerro se encuentra la gruta de la Virgen de la Roca, a la que se accede escalando 50 escalones. En su cúspide hay una cruz, hasta donde suben unos más arriesgados. En lo más alto pueden apreciar un panorama más amplio de la zona.

Alrededor del cerro los turistas pueden escuchar leyendas sobre la presencia de una banda de músicos y de las antiguas costumbres de enterrar a los muertos en vasijas de barro. Se dice que este cerro estaba "encantado" y que a la medianoche las ánimas salían a la iglesia a rezar, luego de lo cual regresaban a su sepultura, según cuenta Lorgia Vega, gestora cultural.

En cuanto a la gastronomía, el plato estrella de la región es el seco de chivo, acompañado del pan hecho en horno de leña de Bonifacio Consuegra.

Y si busca un refugio natural, en Puerto El Morro, declarado área protegida en 2007, puede embarcarse en tours que lo llevan por el canal de El Morro y en un recorrido de aproximadamente tres horas  puede observar delfines y variedades de aves como fragatas, garzas que habitan en la isla Manglecito.

En el recorrido puede conocer la Isla de los Pájaros  donde se encuentra la mayor colonia de fragatas del Ecuador, según detalla Cristhian Anastacio, presidente del Ecoclub Los Delfines, de esta localidad porteña.

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