Quince funcionarios del Municipio de Flavio Alfaro, norte de Manabí, se reunieron la tarde del pasado lunes (28 de agosto) para sesionar y tratar varios temas importantes de la urbe. Al finalizar la actividad, uno de los presentes compartió un bizcocho de chocolate, informó una fuente que prefirió el anonimato.

“Uno de los funcionarios había cumplido años, según pude conocer, y llevaron un pastel que aparentemente compraron cerca del edificio municipal. Luego los que degustaron la torta empezaron a manifestar síntomas inusuales y fueron directo a una casa de salud”, indicó.

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Ya en el Hospital Básico San Andrés, los 15 golosos pasaron por varios exámenes médicos y mediante una prueba de orina se detectó la presencia de marihuana.

Los pacientes, cuyas edades irían de los 20 a los 50 años, presentaron síntomas como náuseas, vómito, somnolencia, euforia, taquicardia, sensación de disnea (falta de aire), sensación inminente de muerte y psicosis, reveló un certificado médico.

Recibieron atención en el área de emergencias y luego fueron monitoreados por aproximadamente 12 horas. Y la madrugada de ayer 29 de agosto ya fueron dados de alta, pues todos se encuentran estables y no presentan problemas en su salud.

El Municipio únicamente ha publicado una imagen con la cual comunicaron sobre la intoxicación masiva que afectó a sus funcionarios. Y precisó que se investiga el caso.

Los afectados son trabajadores de los departamentos de Alcaldía, Planificación y Comunicación. En la lista de los intoxicados también figuran los concejales Nurian Zambrano y César Cedeño.

El ‘bizcochonnabis’ ha desatado la polémica entre los habitantes de la provincia de Manabí. Hay quienes están asustados, pues consideran que ya no se puede confiar ni en los vendedores informales.

“Imagínese, ¿con qué finalidad comercializan un postre con estupefacientes? De pronto y hasta quieren que perdamos la razón para así robarnos o secuestrarnos. Cada día me sorprendo con la mente perversa de los delincuentes”, dijo la ciudadana Mariela Delgado.

Otros lugareños exigen que se investigue y se dé con el paradero del vendedor del postre y se evite su distribución.

“Qué tristeza, ya no se puede consumir pastel. Las autoridades, que averigüen dónde fue hecho y que clausuren el establecimiento. Pueden hasta nuestros niños comerlo en algún cumpleaños”, lamentó una usuaria de la red social Facebook.

“Gracias a Dios, a los médicos y al personal del hospital, mi hija está recuperándose”, señaló Martha Cedeño, familiar de una de las personas afectadas por el pastel con ‘sorpresa’. (AG/RAD)

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