“Prohibido robar y extorsionar”. Esa es la orden que deben acatar quienes están pensando en cometer delitos en Babahoyo y cantones aledaños de Los Ríos. La advertencia estaba en dos hojas pegadas de la espalda y el pecho de un delincuente que fue capturado tras un atraco.

¿Cómo sucedió? Pues esa amenaza se la atribuyó un grupo autodenominado La Mafia, el cual retuvo al choro que robó los celulares a un grupo de mujeres en un bar de la capital riosense.

Aquel episodio se registró a las 23:19 del pasado 20 de mayo, pero recién la noche del martes 23 de mayo empezaron a circular los videos en los que se castigaba al sospechoso por el acto cometido.

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El robo

Según el video de la cámara de seguridad del establecimiento, el sujeto estaba bebiendo en el bar. Cerca a él se encontraban las cuatro víctimas sentadas en unas sillas plásticas y frente a una mesa.

En la secuencia, al tipo se lo filma cuando se acerca a las usuarias, sacando un arma y llevándose los teléfonos de las asustadas mujeres.

Pero después circularon otras imágenes en las que se ve al hombre al interior de un vehículo completamente rapado, sin cejas, desnudo y con las hojas pegadas en el torso.

En otro audiovisual se lo mira, nuevamente, corriendo por el bypass de Babahoyo como Dios lo trajo al mundo, mientras desde una motocicleta lo grababan: “No ‘copian’, se mueren. La próxima va es bala. ‘Peormente’ que les robas a las mujeres, agradece que te estamos dejando vivo”, mencionó el motorizado que formaba parte del castigo.

La Policía Nacional aún no se pronuncia ante lo sucedido, pero se conoce que están recabando información para determinar cuándo realmente fue grabado el video y quiénes están detrás de la ‘limpia’ que buscan realizar en el cantón. Entre tanto, los uniformados revisan las cámaras que quizás hayan captado al hombre corriendo y a quienes lo seguían.

La gente

Juan Gamarra, habitante de Babahoyo, mencionó que vio el vídeo, pero cree que esa persona quizás va a continuar en lo mismo. “No sabemos qué fin haya tenido ese ciudadano; tal vez hasta se haya ido de la ciudad”, agregó.

No obstante, José Sánchez, obrero babahoyense, piensa que quizá ese hombre podría cobrar venganza por lo que le hicieron. “No sabemos si sintió vergüenza porque hasta riendo iba, pero ojalá haya cogido escarmiento”, expresó.

Aún no se sabe quiénes y con qué objetivo lo hacen, pero desde enero de este año, en Babahoyo, habría una disminución de los casos de extorsión y con ello de los atentados.

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