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En Quito, los feligreses ya se están alistando para la procesión de Jesús del Gran Poder.Karina Defas / EXTRA

Quito se llena de fe con la procesión de Jesús del Gran Poder este Viernes Santo

Miles de devotos acompañan una de las manifestaciones religiosas más representativas de la Semana Santa en Ecuador

Este Viernes Santo, miles de católicos se reúnen en el Centro Histórico de Quito para participar en la tradicional procesión de Jesús del Gran Poder, considerada una de las expresiones más emblemáticas de la Semana Santa en el país. Desde primeras horas del día, las calles adoquinadas del casco colonial se llenan de fervor, plegarias y recogimiento espiritual.

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Algunos creyentes ya han ocupado espacios en las aceras para presenciar el paso de la imagen de Jesús, una escultura del siglo XVII que recorre más de tres kilómetros en medio de rezos, cantos y silencio devoto.

Cucuruchos, verónicas y tradición viva

La procesión está protagonizada por cucuruchos y verónicas, figuras icónicas de esta celebración. Los cucuruchos, hombres vestidos con túnicas moradas y capirotes cónicos, representan la penitencia y el sacrificio. Uno de ellos, Juan Inaquiza, participa con cadenas atadas a los tobillos en señal de expiación:

"Es algo religioso, pagar los pecados y purificar el alma. Después de esto, siento más paz", expresa.

Las verónicas, por su parte, son mujeres que portan cruces e imágenes religiosas, evocando a la mujer que, según la tradición cristiana, limpió el rostro de Jesús camino al Calvario. Ambas figuras simbolizan la fe, el arrepentimiento y la conexión con el sacrificio de Cristo.

Una celebración que une generaciones

Se tiene previsto empezar al mediodía la procesión de Jesús del Gran Poder.Karina Defas / EXTRA

Familias enteras, turistas y fieles de todas las edades acompañan el recorrido. Algunos llevan cruces, otros entonan cánticos religiosos, y muchos prefieren vivir la experiencia en silencio, como Verónica Guanoluisa, de 47 años, quien asegura que el recogimiento le permite una conexión espiritual más profunda.

La imagen de Jesús del Gran Poder fue traída al convento de San Francisco en el siglo XVII. Es una obra atribuida al taller de la Escuela Quiteña, reconocida por su capacidad para plasmar el sufrimiento humano en expresiones artísticas de profundo valor espiritual y cultural.

A lo largo de los siglos, esta procesión ha crecido en participación y simbolismo. En 2006, fue declarada manifestación viva del patrimonio intangible de Quito, un reconocimiento que refuerza su relevancia no solo dentro del ámbito religioso, sino también como parte esencial de la identidad quiteña.

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