El frío del páramo es el fiel testigo de cuánta falta les hace papá y mamá a seis niños, de 14, 12, 10, 8, 6 y 2 años de edad, quienes viven cuidándose entre ellos, porque sus progenitores no volvieron a casa, partieron a la eternidad.

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Dice el adagio popular que el destino se ensaña con quienes menos tienen, y el grupo de menores de edad vive en calamidades desde el pasado 19 de julio, cuando en el sector de Yanahurco Grande, en Saquisilí, se registró un deslizamiento de tierra que afectó una vivienda. En esa casa estaban los padres de los niños, quienes perdieron la vida.

Los esposos Rodrigo Llumitasig y María Carmen Jami habían ido a otra comunidad y cuando estaban camino a su casa, en Guingopana, Latacunga, una vecina les ofreció posada. Esa madrugada la fría muerte los sorprendió y sus seis hijos que esperaban su regreso quedaron con un gran vacío.

La mayor de los niños, de 14 años, hizo la promesa de cuidar de sus hermanos. Ella y los otros más grandecitos están conscientes de que papá y mamá no volverán. Tienen su corazón destrozado y lloran desconsoladamente, mientras que sus hermanos pequeños aún sueñan con volverlos a ver.

Los niños tienen varias necesidades. La más urgente, la construcción de una vivienda, porque el lugar donde habitan en la actualidad es la casa de una de tía, que es muy pequeña y no presta las garantías necesarias para ellos.

Los dirigentes comunales están pendientes de la seguridad de los niños y han propuesto la compra de un terreno donde los infantes podrán seguir criando ovejas, cuyes, conejos para ayudarse.

Al estar cerca del inicio de clases esperan la ayuda con zapatos y uniformes para continuar con sus estudios. Los mayores tienen el anhelo de seguir estudiando para ser profesionales. Con el pasar de los días, la ayuda ha llegado a los pequeños, y al fin se cumplirá la promesa de construirles su casita.

Lourdes Tibán, prefecta de Cotopaxi, dio inicio al Cotopaxi Solidario Fest la mañana del 3 de agosto, un radio maratón que está destinada a recaudar 20 ‘lucas’ que serán utilizadas para la compra de un terreno para la construcción de la casa.

Ciudadanos y distintas empresas cooperaron en la actividad. Un sector ‘pepa’ que aportó en la jornada solidaria fueron migrantes en Estados Unidos. Kike Jav, Kerly Morán, Jhon Valverde y otros influencers se unieron al evento, ofreciendo un espectáculo a los asistentes.

El psicólogo clínico Fausto Hidalgo explica que este tipo de actividades ayuda a que los seis niños no se sientan solos y perciban como un gran apoyo este gesto de la comunidad. Destaca que “es importante trabajar en la salud mental de estos niños”, quienes con el tiempo sentirán cada vez más la ausencia de sus padres.

En los próximos días se dará a conocer el monto recaudado en la jornada solidaria.  

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