El caso de la estudiante de 8 años desaparecida en Riobamba, provincia de Chimborazo, tomó un giro inesperado. Luego de una audiencia realizada la noche del jueves 8 de febrero de 2024, un juez dispuso el inicio de instrucción fiscal y prisión preventiva, durante 90 días, para el padre de la niña y a una prima le ordenaron arresto domiciliario por estar embarazada. Este hecho ha conmocionado a la ciudadanía.

La Fiscalía General, a través de un comunicado, informó que la funcionaria a cargo de la investigación recopiló versiones de familiares y personas allegadas a la desaparecida. También se obtuvo información de varios proveedores de internet, y así se conoció de unos mensajes y correos de extorsión enviados a los padres de la menor desaparecida. Tales correos provenían de las redes de conexión de la familia.

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Estos y otros elementos recopilados por la fiscal, vincularían al padre de la desaparecida, quien es agente de la Policía Judicial.

Renne Miller, comandante de la Zona 3 de la Policía (comprende Pastaza, Cotopaxi, Chimborazo y Tungurahua) confirmó que fueron detenidas dos personas, una señorita prima de la niña, así como el padre, de 43 años, quien fue aprehendido en su domicilio y que no puso resistencia. “Estamos en etapa investigativa y esperamos que más adelante ya tengamos más datos”, manifestó la autoridad.

La desaparición de la niña de 8 años que ha llamado la atención de la ciudadanía en Riobamba fue la tarde del 1 de febrero de 2024.

Aquel jueves, pasadas las 18:00, según versión de la madre de la niña, estaban en la casa de los abuelos paternos donde viven. La señora indicó que estaba con la niña y su otro hijo, quienes hacían tareas. Además, estaba en la residencia una prima de la niña por parte del padre.

Cuando la mamá se percató de que su hija no estaba, la prima le dijo que ella había salido y le habría indicado que su madre la envió a la tienda. Aquello despertó sospechas en la señora porque no había mandado a la menor de edad a ningún lado.

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La señora, en su pronunciamiento hecho el 5 de febrero, dijo que fue a buscarla a la tienda y le indicaron que no la vieron. La madre retornó y halló el celular de la niña donde vio unos supuestos mensajes, a través de unos juegos en línea. 

Según esos textos, supuestamente, su hija se dirigía hacia las canchas del barrio. Pero por allá tampoco la vieron. Solo un vecino informó que vio a la niña parada afuera de la vivienda. La búsqueda se reportó en toda la ciudad.

En estos últimos días, compañeras de la institución donde se educa la desaparecida hicieron plantones y el jueves, a los ocho días de su desaparición, realizaron una marcha en la que gritaban: “¡Justicia!”, “¡Devuelvan a la niña!”.

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Amigos, familiares, compañeros y colectivos ciudadanos se ubicaron en las afueras de la Fiscalía Provincial de Chimborazo para hacer sentir su voz. Con resguardo policial, la multitud se tomó la calle Veloz para exigir el cese de la violencia que azota al país y el retorno al hogar de la niña.

Después de la marcha que atravesó el centro de la ciudad, una delegación fue recibida en las oficinas de la Gobernación de Chimborazo. Al salir, quienes fueron recibidos en el despacho solo indicaron que las investigaciones sobre la desaparición de la estudiante están en curso, y que se mantendrían atentos a las acciones.

Al cumplirse una semana de reportada la desaparición, los agentes realizaron siete allanamientos en Riobamba. El resultado fue el arresto de los parientes de la menor edad.

La joven investigada, según se conoció extraoficialmente, en su testimonio durante la audiencia, reconoció que fue contactada por su tío, el padre de la estudiante, para explicarle el plan. Ella, supuestamente, escribió el mensaje de texto que vieron en el celular de la niña.

La investigación sigue y, según las pistas de los agentes, el padre tendría una deuda grande y quería el dinero de una póliza. Pese a la búsqueda todavía no hay rastro de la menor de edad.

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