Más de dos meses de incertidumbre y desesperación culminaron de la manera más trágica para la familia de Noé Daniel García Collaguazo, quien fue encontrado este lunes 30 de septiembre de 2024 sin vida en el Centro Forense de Santo Domingo.

Su cuerpo, desmembrado y en estado de descomposición, fue hallado la semana pasada dentro de un saco de yute, a un costado de la vía Paralelo Cero, en el trayecto La Concordia – La Villegas.

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Desde su secuestro el 27 de julio de 2024, mientras conversaba con amigos en la cooperativa de vivienda Che Guevara, la familia García Collaguazo vivió una pesadilla interminable. La llegada de un grupo de antisociales armados, que lo arrastraron a un destino desconocido, marcó el inicio de un sufrimiento inimaginable.

Durante semanas, la esperanza de encontrarlo con vida se mantuvo viva, pero la cruel realidad se impuso cuando sus familiares reconocieron este lunes sus tatuajes en el forense, confirmando sus peores temores.

La noticia cayó como un balde de agua fría, dejando a sus seres queridos desolados. "Todavía teníamos esperanza", susurró entre lágrimas una de sus primas, mientras se preparaban para despedirlo en una capilla ardiente.

Sin embargo, la tristeza se tornó en horror al enterarse de que el cuerpo había sido embalado debido a su avanzado estado de descomposición, lo que obligó a una rápida sepultura en un lugar que la familia prefirió mantener en secreto.

En la tarde del lunes 23 de septiembre de 2024, la tranquila carretera Paralelo 0 se convirtió en escenario de un horror inimaginable. Entre las localidades de Monterrey y La Concordia, un grupo de vecinos, alertados por un hedor nauseabundo que invadía el aire, decidió investigar la fuente de ese olor repugnante. Con el corazón en la garganta y la piel erizada por la inquietante sospecha de que algo terrible había ocurrido, se acercaron a la cuneta, sin imaginar que su búsqueda los llevaría a un hallazgo macabro.

Al llegar al lugar, los habitantes se encontraron con un saco de yute, que inicialmente pensaron que contenía un animal muerto. Sin embargo, el momento de la verdad llegó cuando uno de ellos, impulsado por la curiosidad y el temor, se atrevió a abrir el saco.

La revelación fue aterradora: dentro se hallaba un cuerpo humano en avanzado estado de descomposición. La sorpresa y el horror paralizaron a todos los presentes, quienes quedaron atónitos ante la cruel realidad que se desplegaba ante sus ojos.

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