En pleno sepelio un grupo de pistoleros llegaron a ejecutar un ataque armado al puro estilo sicariato. En medio de la multitud encontraron a su blanco selectivo y le descargaron tiros hasta matarlo.

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El hecho se registró aproximadamente a las 18h00 en el cementerio de la parroquia Colón, en Portoviejo, Manabí. La víctima del ataque fue identificada como Andrés Moreira, cariñosamente conocido como ‘Andresito’.

Las balas provocaron que los presentes corran despavoridos. La desesperación les hizo trepar tumbas. El cadáver de la víctima quedó junto a unas cruces del camposanto.

Los sicarios huyeron con rumbo desconocido dejando sembrado el terror entre los asistentes a la última morada. Muchos abandonaron el cementerio luego de lo sucedido.

Todo se registró cuando se daba el último adiós de Orlando Bravo, el conductor de un tanquero, asesinado el pasado miércoles 22 de mayo en el barrio 15 de septiembre, de Manta.

Según se conoció Orlando y Andrés eran amigos. Ambos residían en la comunidad de Estancia Vieja, de la zona rural de Portoviejo.

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