Nelly Cabezas Quinteros estaba sentada en la sala de su casa, ubicada en el barrio Puerto Limón, en las riberas del río Esmeraldas, norte de la capital de la Provincia Verde, zona conflictiva y dominada por bandas criminales.

La joven de 28 años descansaba de su embarazo de 6 meses, cuando de repente inició un tiroteo, producto de un enfrentamiento entre grupos delictivos que operan en el sector. Intentó correr para esconderse, pero no pudo, su rapidez y equilibrio cambió por la gestación.

(Te invitamos a leer: “Que estudiantes den información”: el pedido de la Policía para bajar inseguridad en colegios)

“Se levantó del mueble apenas empezó la balacera, iba a esconderse al cuarto. Justo cuando se puso de pie, la impactó la bala y cayó al piso”, aseguró un familiar de la víctima, quien la auxilió y llevó al Centro de Salud Tipo C Las Palmas, donde llegó sin signos vitales, al igual que la niña que crecía en su vientre.

La bala que mató a la esmeraldeña salió de una arma larga, tipo fusil, calibre 5.56, esta se alojó a la altura del tórax.

Nelly estaba contenta, pues hace dos semanas descubrió el sexo de su descendencia, quien iba a ser su segunda hija.

Es más, el día de su deceso, el pasado viernes, se hizo un chequeo de control, todo estaba bien con la pequeña. Hasta le había escogido el nombre, la llamaría como ella, Nelly.

“Su primera niña tiene tres añitos. Nelly quería un varón, pero igual se emocionó mucho cuando supo que era nena y empezó a preparar todo para recibirla, había comprado ropita, zapatos”, aseguró una hermana de la occisa.

Según el general Fausto Buenaño, comandante de la Zona Especial 1 Esmeraldas, los enfrentamientos entre antisociales desde el lunes pasado (25 de septiembre), son consecuencia de la separación de la banda denominada Los Gánsters, ya que ciertos integrantes de esta organización se habrían aliado a Los Lobos, desatando una guerra armada que se ha prolongado varios días y que ya deja víctimas colaterales.

“Aquí (en el barrio Puerto Limón) operan Los Gánsters, que se han dividido. También la gente de acá no colabora y no quiere dar ningún tipo de información”, aseguró Buenaño.

La intervención de la Policía Nacional se ha centrado principalmente en el barrio Puerto Limón, y se ha extendido hasta las áreas denominadas El Palmar y Las Malvinas.

De igual manera, los controles han llegado a las riberas del río Esmeraldas, donde se han registrado enfrentamientos armados de forma permanente.

“Ya no se puede vivir en paz aquí, los tiroteos se forman de un rato a otro. Los niños no pueden salir a jugar a las calles, tenemos que estar encerrados. Opté por pasar toda esta semana donde un familiar por temor a una bala perdida”, detalló Manuel (nombre protegido), habitante de El Palmar.  

Lunes 25: Moradores de los barrios Puerto Limón, Las Malvinas y El Palmar, alertan sobre balaceras entre bandas.

Miércoles 27: Ante el enfrentamiento de GDO (grupo de delincuencia organizada) en zonas como las riberas del río Esmeraldas, unidades tácticas con apoyo de Fuerzas Armadas realizan intervenciones.

Viernes 29: Se intensifican los combates entre bandas, las víctimas colaterales, Nelly y su hija.   

¿Quieres seguir leyendo más contenido de calidad, de manera ilimitada? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!