Eran las 07h00 de este lunes 15 de julio cuando un hombre armado llegó hasta una farmacia del populoso barrio Santa Ana, en Manta, Manabí. El sujeto amedrentó a los vendedores sin embargo su plan en cuestión de segundos se vio frenado abruptamente.

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Como dice el viejo adagio, el tiro le salió por la culata. El amigo de lo ajeno no contaba que la presencia de policías en la zona iba a cambiar el rumbo de su oscuro plan. El hombre fue aprehendido en medio del caos ocasionado por el populacho que estaba por el lugar.

El ciudadano fue arrestado por los gendarmes que lo pusieron boca abajo en la calzada. A un costado se veía un arma tipo pistola con la que supuestamente los vecinos andaba amedrentando a jóvenes universitarios, negocios y mujeres. 

Los habitantes y comerciantes de la zona aplaudieron el accionar inmediato de la Policía Nacional, pero a su vez exhortaron un pedido que aseguran ayudará a combatir la delincuencia de mejor forma.

“Ahora le toca al sistema judicial, a los jueces que los juzguen, que no los suelten, sino de que vale que la policía se arriesgue capturando gente armada que anda haciendo el mal. Mano dura, porque ellos roban y hasta algo más y no es justo que salgan hacer de las suyas”, exclamó un hombre que prefirió el anonimato.

Una dama que también omitió su nombre dijo que las leyes deben poner mano dura a esta clase de actos, pues vulneran la tranquilidad de la zona y afectan los negocios y la economía. “Es increíble saber que a esta gente que roba, que amenaza con armas, la vayan a dejar suelta para que siga cometiendo sus fechorías”, dijo la fémina enojada.

El hombre fue puesto a órdenes de la autoridad competente para que determine su situación jurídica. De manera extraoficial se conoció que sería investigado por tenencia de armas no justificada.

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