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Doble asesinato en Huaquillas: Comerciantes fueron atacados después de comer
Las víctimas salieron de una picantería, se embarcaron en una camioneta, recorrieron unos metros y los interceptaron
“Aún está vivo, ayúdenme a llevarlo al hospital”, gritaba una mujer que llegó al barrio El Paraíso, cantón Huaquillas, provincia de El Oro, donde los comerciantes Édgar Stalin Balcázar Díaz y Cristian Jesús Gálvez Zapata, ambos de 41 años, fueron ‘blanco’ de múltiples disparos, que ‘gatilleros’ les propinaron alrededor de las 21:00 del miércoles 27 de noviembre de 2024.
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Balcázar, quien laboraba como reparador de celulares, y Gálvez, vendedor de repuestos automotrices, fueron atacados cuando se desplazaban en una camioneta blanca.
Luego de disfrutar de un encebollado, en una picantería, los hombres se embarcaron en el vehículo y, al parecer, eran seguidos por un automóvil negro, porque habían recorrido pocos metros cuando los interceptaron y les dispararon.
En un intento desesperado por huir, los comerciantes bajaron del vehículo y corrieron, pero la ráfaga de disparos continuó. “Fue como una escena de película; no paraban de disparar”, comentó un testigo que escuchó la balacera desde su casa.
Los sicarios al ver a las víctimas en el suelo, se les acercaron y les dispararon nuevamente en la cabeza y el tórax y enseguida huyeron.
Minutos después del ataque, la Policía confirmó que ambos hombres no tenían signos vitales. Sin embargo, familiares de Edgar Balcázar irrumpieron en la escena del crimen, tomaron su cuerpo creyendo que aún estaba con vida y lo trasladaron en un vehículo particular al hospital más cercano.
“Ayúdenme, él aún está vivo”, gritaba una mujer. En el centro de salud confirmaron que él había dejado de existir.
Se trataría de una represalía
Durante el levantamiento de indicios, agentes de Criminalística y la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones (Dinased) encontraron varias vainas percutidas, lo que indica el uso de armas de fuego tipo subametralladora.
Por el momento, las autoridades manejan varias hipótesis, entre ellas un posible ajuste de cuentas o represalias. Sin embargo, familiares de las víctimas aseguran que ambos se dedicaban a sus negocios y no estaban involucrados en actividades ilícitas.
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