La versión de un joven, de 20 años, rendida este 4 de enero ante la Policía de Colimes permitió reconstruir cómo ocurrió el macabro asesinato de Ignacio Santiago Rivas Murillo dentro de su vivienda de planta alta, ubicada en el recinto San Andrés, a 40 minutos de la población del cantón Colimes, provincia del Guayas.

Rivas, de 34 años, se encontraba en su finca del recinto antes mencionado, en la vía Colimes - Olmedo, el viernes 3 de enero a las 17:30. Cuatro sujetos armados con fusiles, a bordo de una camioneta doble cabina ploma, ingresaron al inmueble. Tras neutralizar al celador y obligarlo a acostarse en el piso de la vivienda, descargaron más de cinco disparos contra Rivas, quien quedó bocabajo y sin vida en la sala de su modesta casa de campo.

No conformes con quitarle la vida, los asesinos decapitaron a Rivas y se llevaron su cabeza. Hasta ayer, la Policía de Colimes y Balzar intensificaban las investigaciones en diferentes recintos de estas localidades para tratar de encontrar la cabeza que sus verdugos cercenaron con un machete.

Hasta el cierre de esta edición, el cadáver permanecía en la morgue de Daule, a la espera de que los agentes de la Unidad de Muertes Violentas (Dinased) lograran localizar la parte faltante.

Una prueba macabra

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Vecinos de la víctima expresaron que, al parecer, los sicarios se llevaron la cabeza para confirmarle a quien ordenó el asesinato que el “trabajo” estaba cumplido. “Es algo de terror lo que le pasó a mi vecino. Era una buena persona, estamos sorprendidos por su muerte tan violenta”, comentó un morador que prefirió mantenerse en el anonimato por miedo a represalias.

Los familiares de Rivas, consternados por el suceso, evitaron dar declaraciones a los medios de comunicación. Hasta el mediodía de ayer, las autoridades investigaban la ruta de escape de los asesinos de este reconocido gallero. Se presume que podrían haberse dirigido al cantón Olmedo, en Manabí, o hacia la vía Colimes - Balzar, en Guayas.

“Es un milagro que el trabajador esté con vida. Presumimos que se equivocaron de finca, ya que la víctima no tenía aparentes problemas con nadie en el recinto”, comentó otra moradora del lugar.

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