Yolanda madrugó a tocar la puerta de sus vecinos. El fin: animarlos a colaborar financieramente con el funeral y la sepultura de Sebastián, el pequeño de 5 años, quien fue atropellado por un auto en las calles Francisco Flor y Juan Benigno Vela, centro de Ambato, la tarde del 10 de junio.

El pequeño iba caminando por la acera junto con su padre. El niño murió en el sitio y el progenitor está con pronóstico reservado y fue trasladado a Quito.

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La sospechosa es una mujer que de acuerdo al resultado de la prueba de alcohotest dio como resultado 1,40 gramos de alcohol por litro de sangre. La mujer intentó huir, pero la vecindad la detuvo e incluso intentó lincharla, pero fue auxiliada por los policías y agentes municipales de Tránsito. 

Hace tres meses, Sebastián y su progenitor llegaron de Venezuela, junto a Jesús, tío del menor. Por la falta de dinero de la familia sus vecinos de la calle Francisco Flor lo están ayudando con los gastos fúnebres y médicos.

Jesús recordó que su hermano salió del departamento porque debía comprar unas herramientas para arreglar un lavabo que dañó el pequeño. Cuando regresaban ocurrió el accidente.

“Teníamos la oportunidad de irnos a Estados Unidos, pero mi hermano y sobrino se enamoraron de Ambato, hasta se hicieron hinchas del Macará”, expresó Jesús.

Mencionó que solo espera que su hermano se recupere, pero si sale del estado crítico podría quedarse en sillas de ruedas, ya que el golpe afectó su columna. El accidente ocurrió a pocas cuadras del departamento donde se quedaban padre e hijo; en ese lugar los vecinos han colocado velas.

El abogado Luis Jerez informó que de acuerdo al Código Orgánico Integral Penal (COIP), el artículo 385 establece sanciones a quienes conducen ebrios. Si el nivel de alcohol supera los 1,2 gramos se aplicará tres salarios básicos, suspensión de licencia por 60 días y 30 días de cárcel, pero si hay muertes, la pena puede aumentar hasta 12 años de prisión y la revocatoria de la licencia. 

La doctora Nancy Espinoza informa que 0,15 gramos (tres latas de ‘bielas’) genera la disminución de reflejos y con 1,40 habría cansancio, fatiga, pérdida de la agudeza visual y una embriaguez motora. “Independiente de lo que diga toda norma, es mejor que si una persona que va a tomar no se ponga al volante, por el bien de todos”, recalcó la experta en salud.

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