En la parroquia San Fernando, comunidad La Playa, una tragedia sacudió a los habitantes cuando David Bladimir Franco, un joven de 20 años, fue encontrado sin vida por sus padres.

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La posible causa de su deceso, según las primeras indagaciones, es el exceso en la ingesta de alcohol, un problema que venía afectando al joven y preocupando a su familia y comunidad desde hacía varios meses.

La tarde del viernes los agentes del Circuito Pasa, alertados por el ECU-911, llegaron al lugar. Lo que hallaron fue una escena cargada de dolor.

Alrededor de 90 personas, entre vecinos y allegados, se habían congregado para acompañar a la familia en su pérdida.

Recordaron a David como un joven alegre a quien le encantaba participar en las corridas de toros de pueblo y nunca se pensaron que su muerte le iba a llegar por la ingesta de licor.

Los padres, Segundo y María Yolanda, relataron a los policías cómo horas antes habían dejado a su hijo descansando en casa tras una jornada en la que, nuevamente, había recurrido al licor.

Al regresar, encontraron el cuerpo sin vida de David en el suelo. "Estaba en tratamiento por su adicción", comentaron, refiriéndose al esfuerzo que habían realizado para ayudar a su hijo a superar la dependencia al alcohol, una situación que había desencadenado tensiones y preocupaciones dentro de la familia y entre los comuneros.

En un giro inesperado, los habitantes de La Playa decidieron no permitir que el cuerpo de David fuese trasladado al Centro Forense de Ambato, el proceso usual para determinar oficialmente las causas de muerte.

En su lugar, los padres solicitaron la intervención del médico tratante de su hijo, quien se encargará de emitir el certificado de defunción para los trámites pertinentes.

Los agentes policiales, después de informar la situación al ECU-911 y a sus superiores, optaron por retirarse del lugar para preservar la seguridad de los presentes y respetar la decisión de la comunidad. "No hubo novedades durante el retiro", informó uno de los oficiales a cargo.

Óscar Pérez, psicólogo clínico y especialista en terapia familiar, mencionó que el alcoholismo es una problemática que no solo involucra la parte psíquica de una persona, sino que también afecta sus relaciones sociales.

El profesional aseguró que, muchas veces, la familia no encuentra las formas adecuadas para abordar a la persona identificada con consumo de alcohol; por ende, deja pasar el problema y lo normaliza.

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