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Opinión

Editorial: ¡La nueva normalidad!

En su punto más álgido, los cortes de energía alcanzaron las 12 horas diarias

se acaba de completar el primer mes de los apagones en Ecuador y parece que la gente, las industrias, la política, el deporte y los espectáculos, ya están mimetizados con una nueva normalidad. 

En su punto más álgido, los cortes de energía alcanzaron las 12 horas diarias. Ya vamos en ocho y, si se cumplen las promesas, la otra semana serán seis. En las calles, los conductores empiezan a entender una movilidad con semáforos apagados; los dueños de restaurantes saben calcular mejor la cantidad de comida que deben comprar para sus comensales sin que se les dañe y la ciudadanía en general incorporó a su rutina el consultar a qué hora se va la luz en su casa al otro día, así muchas veces los horarios no se cumplan. 

Mientras tanto, las autoridades, como la Alcaldía de Guayaquil, piden no visitar en la noche los parques y el Gobierno Nacional sugiere un pico y placa eléctrico para los trabajadores

Las pérdidas económicas, cada hora, se calculan entre los 10 y 12 millones de dólares y las salidas a la crisis se quedan en planes pomposos que tardarán meses en hacerse realidad, como la ampliación del techo de generación eléctrica o la flexibilidad para iniciativas privadas. 

Dependemos de una lluvia que parece resistirse a caer y de la importación de una energía que no está en venta. Por ahora, al ecuatoriano de a pie no le queda de otra que seguir aprendiendo a vivir sin luz.