En el régimen pasado y por disposición del entonces presidente de la República, Rafael Correa, se aprobó una Ley de Comunicación que los periodistas afectados calificaron como “Ley Mordaza” por las regulaciones que disponía y que afectaban directamente la libertad de prensa o expresión al considerar a la comunicación como una función pública que, por lo tanto, iba a estar controlada por el Estado y no como un derecho social y humano como se la considera en todos los países donde rige la democracia participativa.

En la semana pasada, la Asamblea Nacional corrigió este grave error y dictó una nueva Ley de Comunicación, dejando sin efecto la anterior, en la que se asumía el respeto a los derechos humanos para informar libremente y sin presión de ninguna clase.

Esta nueva ley fue aprobada por unanimidad, contándose entre los votantes a favor a los legisladores de la bancada roldosista que, de esta manera, reconocían el error cometido por el gobierno que, de cierta manera, amordazó a la opinión pública que se manifiesta a través de los medios de comunicación, como son los periódicos, las revistas, la radiodifusión y la televisión, a las cuales deben añadirse a las redes sociales tan difundidas en la actualidad.

Se trata, entonces, de un enorme triunfo de quienes respetan y quieren hacer respetar las libertades de pensamiento y de expresión en nuestro país.