Se van cuestionados, pero con su medallita colgada como si hubiesen sido buenos estudiantes. Premiados por todo lo alto, aunque la tarea para la cual hayan sido designados no haya sido cumplida a cabalidad... o peor que eso, ni siquiera haya sido bien cumplida. Pero así es como el presidente de la República, Guillermo Lasso, quiere despedir a varios de sus ministros de Estado a solo días de que abandone el cargo.

Haciendo oídos sordos a las críticas, ciego a la realidad del país y luego de tantas matanzas en las cárceles, el Gobierno acaba sus días de manera vergonzosa, entregando medallitas incluso al director encargado del sistema carcelario y a otros funcionarios por su ‘gran’ gestión por el país. ¡A dólar las medallitas, a dólar!