Más de 500 millones de dólares que corresponden a los fondos destinados para la jubilación de los afiliados al Instituto de Seguridad Social de la Policía Nacional (Isspol) han desaparecido misteriosamente, un golpe más dentro de toda esta gran red de corrupción que tanto ha afectado a los organismos públicos desde las doradas épocas del régimen pasado. Y es que en esta entidad se han hecho inversiones de muy alto riesgo y sin el debido sustento.

Toda esta situación tiene su origen desde el momento en que esta institución policial cambió los bonos del Estado que había venido recibiendo por bonos privados con una apariencia de estabilidad y respaldo que en la actualidad parece haberse desvanecido. La Ministra de Gobierno señaló que se está llevando a cabo toda una investigación por estafa, pero, sin embargo, el gobierno asume la responsabilidad de responder y, por ende, garantizar el pago de pensiones a quienes prestaron sus servicios en el organismo que es el encargado de velar por la seguridad ciudadana, incluso si es que las millonarias inversiones no son recuperadas. Tal afirmación, que calma los temores de los uniformados y del elemento civil que formaba parte de su administración, fue ratificada también por el Comandante General de la Policía y por el director de la Isspol.

Ojalá que con las investigaciones se den los nombres de los implicados y se pueda recuperar algo del dinero perdido.