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Opinión
Editorial: La ayuda de la empresa privada
Hay esperanza. La rehabilitación y entrega a la ciudad de una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) ubicada en la Mariscal por parte de la empresa privada, es una señal que permite recuperar la ilusión en la regeneración urbana de esa zona de Quito. La obra es producto de una iniciativa de varias empresas constructoras, que se han comprometido con el proyecto de devolver a esta ciudad y a otras urbes la seguridad ciudadana que permitirá la reactivación turística y comercial. Esta UPC es la número 22 de las que han sido intervenidas y entregadas a la Policía como parte de esta iniciativa.
Con la rehabilitación de esta edificación y con la repartición adicional de motos adquiridas por la administración municipal pasada y entregadas por la actual, aumentan las posibilidades de recuperar la seguridad en la zona.
Solo así, las actividades económicas podrán reanimarse en un barrio que hasta no hace mucho era el corazón turístico de la capital. Sin duda, este acontecimiento no es la solución definitiva al problema de la Mariscal, porque aún faltan otros esfuerzos, como la reubicación de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía, que está en plena zona hotelera.
El esfuerzo también es un excelente ejemplo de cómo la empresa privada puede involucrarse en el desarrollo social del país.