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Devastación en Loja, El Oro y Manabí: Lluvias provocan deslizamientos y destrucción
Pareja sepultada por lodo en cantón Olmedo. Comunidades aisladas en Manabí. En El Oro limpian restos de aluvión, pero no tienen agua ni luz
Cubiertos de lodo. Así sacaron los cadáveres de los esposos Gonzalo Jiménez y Rosa Machuca, ambos de la tercera edad, quienes quedaron sepultados luego de que su vivienda fue aplastada por el deslizamiento de tierra que cubrió el predio en el que vivían desde hace 30 años, en el sector de Las Peñas, en el cantón Olmedo, provincia de Loja.
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Tras una ardua labor de rescate, los bomberos de la localidad recuperaron los cuerpos sin vida la mañana de este viernes 4 de abril de 2025. A ella la trasladaron en una pala mecánica y a él en una camilla.
La intensidad de las lluvias ha golpeado con fuerza varios sectores de la provincia de Loja, provocando desastres y dejando una estela de dolor y muerte.
Otro desastre en Lauro Guerrero
Una tragedia similar a la que se vive en Las Peñas se registró en la parroquia Lauro Guerrero, perteneciente al cantón Paltas, donde otro deslave de gran magnitud arrasó con al menos quince viviendas.
El desprendimiento de lodo y las piedras sepultaron a familias enteras. La mayoría pudo ponerse a salvo, pero se reportó la desaparición de seis moradores.
“Una persona fue arrastrada por la corriente de tierra y aún no ha podido ser identificada”, informó Paúl Valdivieso, jefe Político de Paltas.

Penosamente, tras las labores de búsqueda recuperaron un cuerpo, pero siguen en las tareas para ubicar y sacar a los otros cinco que quedaron atrapados, mientras crece la angustia entre los pobladores. Los rescatistas, junto a voluntarios y familiares, trabajan contra el reloj en busca de sobrevivientes.
Centenares de afectados en Chaguarpamba
Las autoridades provinciales han activado todos los protocolos de emergencia ante la crítica situación que vive Loja.
En el cantón Chaguarpamba también han reportado 230 familias afectadas en esta temporada de lluvias. Varias viviendas que ya habían sido golpeadas por un aluvión pasado, terminaron por colapsar el jueves último, tras doce horas de aguaceros.

Comunidades de El Orco incomunicadas y sin servicios
A pesar de los esfuerzos de limpieza y asistencia, la crisis aún persiste en el cantón Balsas, provincia de El Oro. Las autoridades continúan solicitando apoyo para atender a los afectados y restablecer el agua potable.
Según la Alcaldía, unas 120 familias están afectadas, cuatro viviendas colapsaron completamente y un centenar más presentan daños. El centro de salud y varios locales comerciales han sufrido pérdidas irreparables, debido a la corriente de lodo y las inundaciones.
La alcaldesa de Balsas, Johanna Aguilar, reiteró el llamado a las instituciones públicas y privadas para apoyar con maquinaria, alimentos y enseres básicos. “Las familias están desesperadas. Muchas han perdido todo”, indicó.
Se desplomó parte de vía que une a Balsas
Según el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) de Marcabelí, más de 50 familias fueron evacuadas y al menos 180 personas aún permanecen como damnificadas.
Los daños materiales también incluyen la destrucción total del puente que conectaba Marcabelí con Balsas.
Los habitantes de ambas localidades, junto con voluntarios y organismos de socorro, trabajan en la limpieza y remoción de escombros. Sin embargo, la falta de agua potable y electricidad en algunos sectores dificulta las tareas.

Escaparon de quedar sepultados por un alud en Paján
Leonela González jamás olvidará la noche en que el suelo tembló. “Era como si algo se desgarrara desde adentro de la montaña”, recuerda. Debido a las intensas lluvias de las últimas horas, la montaña se vino abajo y su casa fue golpeada por la avalancha de lodo y piedras.
En el recinto La Mona, en la parroquia Camposano del cantón Paján, al sur de Manabí, la naturaleza rugió con una fuerza devastadora, y sus habitantes vivieron lo que describen como una pesadilla. Leonela y su familia lograron salir a tiempo. “Salimos corriendo con lo que teníamos puesto. Gracias a Dios estamos vivos, pero lo perdimos todo”, dice.
Harold Vera, otro morador del sector, relata que la lluvia no dio tregua. “Fue pertinaz, cayó por horas. Veíamos cómo la tierra se hinchaba, hasta que no pudo más”.
El deslizamiento arrasó con tres casas y una porción importante de la vía. Otras arterias están bloqueadas y el comercio paralizado. Entre el barro y los escombros, la comunidad intenta resurgir.
Las imágenes del desastre conmueven. Animales atrapados en el lodo, niños con la ropa empapada, adultos cavando con las manos para rescatar lo poco que queda.
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