La planificación adecuada de obras de infraestructura es crucial para el bienestar urbano. En ciudades como Guayaquil, donde el tráfico es un ‘dolor de cabeza’, las intervenciones viales realizadas durante las horas pico pueden causar caos vehicular.

La población valora las mejoras en las vías, pero es esencial que estas se ejecuten de forma que minimicen las afectaciones cotidianas. Lo ideal es realizar los trabajos en horarios no laborales o durante la noche, cuando el flujo vehicular es menor, para reducir el impacto en la movilidad y no jorobar a los ciudadanos.

Además, es fundamental que las obras en vías principales, intersecciones y áreas cercanas a centros comerciales y hospitales sean planificadas estratégicamente, utilizando tecnologías que acorten los tiempos de ejecución. Así, se avanzaría hacia una ciudad más moderna y eficiente, sin cargas adicionales para la vida diaria y el sector productivo.