El abandono del Estado en Ponce Enríquez es un ejemplo alarmante de cómo la negligencia gubernamental puede afectar tanto a las comunidades como a la explotación de recursos naturales. En lugar de regular la minería y garantizar un manejo adecuado, las autoridades han dejado un vacío que ha sido ocupado por grupos criminales.

Estas bandas no solo controlan la extracción minera, sino que también imponen un régimen de violencia y extorsión, dejando a la comunidad en una situación de vulnerabilidad extrema.

El Estado suma problemas y sectores donde está totalmente ausente, generando desorden, anarquía, inequidad social, desconfianza, corrupción y otros males que crecen sin control.

Tarea para los aspirantes a Carondelet: ¿Cuál será el plan de intervención efectiva del Estado y cómo funcionará para garantizar el orden, la justicia y el bienestar general? ¡Nada de ‘lata’!

¿Quién era el hombre asesinado en Urdesa Central? Compraba cervezas cuando lo mataron