Héctor Steven Méndez Romero (25 años), Kevin Joel Huacón Carriel (26) y Gabriel Gonzalo Zambrano Vivas (35) eran clientes fijos del restaurante La Pepona, ubicado en el recinto La Cadena, zona rural de la ciudad de Quevedo, provincia de Los Ríos.

Amaban la comida del sitio y de cuando en cuando solían asistir a este para irse de ‘corvichada’.

Los tres, pese a no tener hijos, se llamaban compadres, porque eran ‘compas’ de la vida. Ellos llegaron hasta el comedor cerca de las 18:00 del viernes 28 de octubre. Se acomodaron en unas sillas y pidieron sus corvichitos. Estaban listo para llenar las pancitas con esa rica ‘jama’.

Sin embargo, a los pocos minutos fuera del lugar se parqueó otro automotor tipo Tucson, del cual se bajaron varios sujetos, uno de ellos con arma de fuego en mano. Y aprovechando que los ‘compas’ estaban sentados, el sujeto se adelantó y les ‘despachó’ bala venteada.

Héctor, Kevin y Gabriel quisieron salir corriendo, pero quedaron gravemente heridos. Ciertas partes del piso del establecimiento quedaron teñidas de rojo.

‘Soplados’ para el hospital

Todos en La Pepona se ‘alocaron’ y buscaron la forma de ayudar a los baleados para salvarles la vida.

No pasaron ni cinco minutos y un familiar de los heridos llegó en una camioneta, los subió en el balde y los trasladó hasta el Hospital Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de Quevedo.

Sus parientes los alentaban en el trayecto para que no perdieran el conocimiento, pero en la casa asistencial solo comprobaron que habían muerto ya.

“Mi ñaño trabajaba en soldadura conmigo. No tenía problemas con nadie, por lo que su fallecimiento es algo que no podemos explicar”, expresó el familiar de Huacón.

Los parientes de Méndez (quien habría recibido más tiros) tampoco entienden el móvil del ataque. Héctor era soltero y veía por su padre.

En tanto que los allegados de Zambrano dijeron que él vivía en Galápagos y había llegado hace aproximadamente cinco días para toparse con sus ‘yuntas’.

Marco Ortiz Nieto, jefe de la Policía, indicó que están levantando información con las cámaras de vigilancia que están en el lugar, para tratar de determinar las motivaciones de este triple asesinato.

En el lugar se levantaron alrededor de 10 indicios balísticos de arma de fuego calibre 9 milímetros, que habían quedado esparcidos.

Fuentes policiales revelaron que una de las hipótesis que están manejando hasta el momento es que uno de los hombres asesinados habría tenido problemas sentimentales, por lo que esa podría ser la causa del ataque fatal.

“Al parecer, Méndez fue amenazado por la pareja de una mujer”, reveló un agente de Dinased Quevedo, sin dar mayores detalles.

Con el asesinato del trío, van ya 143 muertes violentas en el cantón riosense en lo que va de este año.