Exclusivo
Judicial
Juanita Tipán fue llevada a Santo Domingo de los Tsáchilas
El cuerpo de la joven, quien perdió la vida tras un fogonazo en Puembo, fue retirado de la morgue de Quito para su sepelio.
Digna Vallejos y su hija Juanita Tipán compartían una pasión: el fútbol. A las dos les gustaba jugar y hace unos tres meses formaron un equipo familiar para participar en un campeonato en Santo Domingo de los Tsáchilas.
Ahora, Digna, de 41 años, llora porque ese gusto ya no podrá compartirlo con la joven, de 23, quien perdió la vida tras poco más de un mes de sufrir un accidente que le quemó el 75 por ciento del cuerpo en Puembo, nororiente de Quito.
“Estoy demasiado mal por esta pérdida. La última vez que la vi en el hospital la noté un poco más alentada, pero lo que realmente la deprimió fue que le cortaron su piecito derecho”, relató la madre de la chica afuera de la morgue de la Policía, norte de la capital.
La tragedia se dio a pocos meses de haber ganado aquel campeonato en el que participaron. Incluso, Juanita se llevó un trofeo por los goles que marcó.
El 9 de octubre, una fuga de gas en la vivienda en la que estaba la chica provocó una fogonazo que la quemó. “Había conversado con ella un día antes y me dijo que estaba todo bien. Luego me enteré de ese accidente”, contó Digna, quien vive en Posorja, Guayas.
Una hijita huérfana
Debido a la distancia, la mujer no podía estar todos los días junto a su retoño que estaba embarazada y por culpa de la explosión perdió al bebé. Además le sacaron el útero y su garganta, así como su piel, que resultaron afectadas.
Guillermo Tipán, el padre de la fallecida, se encargó de cuidarla durante este tiempo. “Fue muy duro cuando la vimos que decayó después de que le amputaron el pie”, detalló mientras realizaba los trámites para retirar el cadáver.
El hombre contó que la más afectada es la única hijita que tuvo Juanita, quien tiene 7 años. Ella siempre preguntaba por su mamá, pero para no mortificarla le decían que la joven estaba bien.
“Para que mi mamita se cure rápido tome este dinero”, le dijo a su abuelo la pequeña, quien había reunido 18 dólares con 70 centavos para los gastos médicos.
Eso le ‘partió’ el alma a Guillermo que tomó la plata para comprar los remedios. Sin embargo, lo inevitable se dio el 12 de noviembre cuando el corazón de Juanita dejó de latir.
Ayer la llevaron hasta su natal Santo Domingo luego de sacarla de la morgue. Allá será la última morada de esta joven deportista que la derrotó la desgracia.