Otro atentado a una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) se registró la madrugada de este lunes 7 de noviembre, en el centro-oeste de Guayaquil. Criminales cometieron un ataque a tiros hacia una edificación policial ubicada en la avenida Velasco Ibarra, a pocos metros del puente que conecta con la calle 17.

Según lugareños, los individuos dispararon directamente contra la UPC y en ese instante también circulaba un vehículo por el sitio, con tres civiles a bordo. De ellos, dos son ecuatorianos: uno sería marino mercante y el otro militar, mientras que el tercero sería un ciudadano colombiano.

Una pariente de dos perjudicados comentó que los ecuatorianos son primos y al otro no lo conocen, tal vez sería un amigo de ellos. Ella relata que los afectados circulaban por el sitio cuando se suscitó el ataque violento.

Fue después de eso que resultaron heridos los tres hombres que estaban a bordo del carro. Dos de ellos por disparos y otro por golpes, que se habrían concentrado en el rostro.

Algunos transeúntes mencionaron que desde el vehículo de los heridos se habrían lanzado botellas, aparentemente de cervezas.

El coronel Maximiliano Maldonado, jefe distrital de la Policía, informó que aún se investiga el caso y que probablemente los heridos fueron víctimas colaterales del suceso. Precisó que a ellos no les encontraron armas.

Aclaró, además, que el percance ocurrió a las 03:00 aproximadamente, cuando rige el toque de queda.

Según el jefe policial, primero se registraron disparos y cuando los policías salieron observaron el vehículo plateado, en el que estaban tres personas con la cajuela abierta lanzando objetos hacia la calle.

Eso habría parecido sospechoso a los agentes y, tras haber sido víctimas de un ataque a tiros, sacaron sus armas y dispararon en contra de ellos. Después, descubrieron que al parecer ellos no fueron quienes cometieron el atentado y que lo que estaban sacando de su carro eran latas de cerveza.

El oficial justificó el accionar de los uniformados, porque indicó que al encontrarse en estado de excepción, en toque de queda y después de haber sufrido un ataque, habrían buscado someter a quienes veían como sospechosos en ese momento.

Indicó que ahora se trataría de posibles víctimas colaterales. Eso lo determinarán las unidades especializadas, sostuvo.