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Opinión

Editorial: Sin espacio para berrinches

El voto no fue por simpatía ni por discursos bonitos, fue por necesidad

Lo del domingo fue contundente: una diferencia de doce puntos entre los candidatos no deja espacio para cuentos ni teorías locas. El pueblo ecuatoriano habló fuerte y claro en las urnas, y con eso se cerró una campaña que fue de lo más feo que se ha visto. Insultos, noticias falsas y discursos que solo sirvieron para dividir más al país. Ya basta. Esa etapa quedó atrás.

La gente votó con el corazón en la mano. Por un lado, el miedo a la violencia que no da tregua; por el otro, la preocupación de miles de jubilados que temían quedarse sin su pensión. El voto no fue por simpatía ni por discursos bonitos, fue por necesidad. Fue un “¡ya basta!” convertido en papeleta. Ahora toca asumir ese resultado con madurez.

Aquí no hay espacio para rabietas. Perder también es parte del juego democrático. Lo que el país necesita ahora es unidad, no berrinches. Que todos los actores políticos (sin excepción) se bajen del ring y se suban al barco. Porque los problemas que enfrenta Ecuador no distinguen colores ni banderas.

La ciudadanía espera soluciones, no más peleas. Así que es hora de dejar de mirar atrás y empezar a trabajar, de verdad, por un país que necesita respuestas urgentes.