Cada semana el temor invade a quienes habitan en los alrededores del cementerio Ángel María Canals, del suburbio de Guayaquil, pues a decir de los moradores, se registran disparos durante los sepelios.

El último caso sucedió la tarde del domingo 3 de julio, cuenta un lugareño, bajo reserva. Según él, un grupo de personas ingresó con un féretro y algunos -hombres y mujeres- estaban armados.

Ellos habrían realizado disparos al aire, algo que se habría vuelto “común” durante ciertos sepelios, pero luego habría ocurrido un enfrentamiento con otros individuos.

“Aquí vienen a enterrar personas de diferentes partes de la ciudad. Vemos que entran más de diez al día. Ya no es como antes, que había uno o dos...”, sostiene un residente.

Para los lugareños, la situación de riesgo se presenta -por lo general- del lado de la calle 40, en dirección a la calle J, pues en el lugar existen dos puertas nuevas por las que se ingresa al área regenerada y a las nuevas bóvedas del camposanto.

“Aquí no se ven guardias, aunque poco podrían hacer, porque esta gente anda armada. A veces ni siquiera la presencia policial los detiene. Lo mejor sería que cierren estas puertas y quede solo la principal”, sugiere un morador.

De acuerdo a información oficial, en el percance no se reportaron heridos.