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Sucesos
Fue a trabajar en Estados Unidos, pero regresó en ataúd a Ecuador
Después de 70 días su cuerpo llegó a su natal Tuntatacto, provincia de Chimborazo. El compatriota murió por una bala perdida que una adolescente disparó.
Abrazar el ataúd que contiene los restos mortales de Jorge Guevara Rodríguez consuela en algo a su familia. El hombre, de 36 años, mientras caminaba en un parque fue alcanzado por una bala perdida en Ohio (Estados Unidos), el 24 de mayo.
Quien disparó sería una adolescente, quien luego de cometer el acto se entregó a las autoridades policiales.
Después de 70 días, el cuerpo del compatriota llegó a la comunidad Tuntatacto, en el cantón Guano, provincia de Chimborazo.
Desde ese día, las cuatro mujeres de su vida, por quienes decidió aventurarse a emigrar, no tienen paz. Su madre Imelda, su esposa Belinda Acausai y sus hijas Lourdes (15 años) y Dalia (14) lloran su partida. Desde el fin de semana pasado al menos cuentan con una tumba donde rezarle.
Reacción familiar
“No entiendo, él era bueno, responsable. Hay una audiencia, yo quisiera ir, verle a la cara y preguntarle a la chica por qué (disparó)”, expresa la progenitora.
Mientras que Belinda recuerda sus últimas palabras, antes de irse. “No voy a estar mucho tiempo, solo este año. Quiero que mis hijas estudien, sean profesionales. Lo que gano a diario no alcanza”, le dijo, prometiendo que en máximo un año y medio regresaría.
En tanto, su descendencia, Lourdes, evoca sus conversaciones en la noche. Siempre se conectaba para ver cómo le había ido en sus clases y para contarle cómo era el país norteamericano.
Imelda quiere ir a la ‘Yoni’, sobre todo para brindar apoyo a su otro hijo, el menor, que migró primero porque luego de graduarse no encontró trabajo.
“Estoy muy preocupada por él, le siento muy mal, tuvo que presenciar la muerte de su hermano y hacer los trámites allá sin hablar inglés. Todo eso le afectó, tengo miedo de que se deprima y algo le pase. Cómo quisiera que me ayuden para ir a verle”, añade la madre, entre sollozos.
Deben 30 mil dólares
Los hermanos Guevara trabajaban en la construcción y, de lo que ganaban, enviaban dinero para pagar la deuda que adquirieron para el viaje. Pero ahora con su muerte, la cifra subió por todos los trámites. Actualmente las mujeres deben unos 30.000 dólares.
Lourdes, a pesar de que todavía es una adolescente, está consciente de que necesitan 'camellar' muy duro para salir adelante, por lo que solicitó a las autoridades enfocar su labor en las nuevas generaciones y crear fuentes de empleo.
“Por favor, quiero que el Gobierno ayude a los jóvenes, para que tengamos donde trabajar, progresar y así no tengamos que irnos a otros países”, sentencia.