El último adiós a José Javier Soria, conocido como Javico, y su hijo de un año y tres meses, no pasó desapercibido en Quevedo. Sus cuerpos llegaron a su hogar en la capital de la provincia de Los Ríos, específicamente en la calle José Mejía, atrás del parque Bocachico, zona central de la parroquia San Camilo.

Javier y el menor fueron baleados la mañana del sábado 28 de enero en una urbanización de la vía a Samborondón. En este múltiple hecho violento, otras tres personas fallecieron a ‘pepazos’.

“La parroquia San Camilo vio crecer a Javico y ahora lo traen en un cofre”, fue uno de los comentarios que se escucharon con su llegada.

La cuadra de su vivienda estaba cercada con vallas metálicas y, al momento del arribo de los cadáveres, sus allegados, familiares y amigos lanzaron globos blancos y pirotecnia que hicieron ‘llorar’ al cielo. Decenas de personas los esperaron, algunos hicieron rugir el motor de sus ‘naves’ y más de uno quería cargar el féretro donde estaba Javico.

En la sala de la vivienda estuvieron velándose el cuerpo de Javico y de su hijo, sobre el que decían que estaba próximo a festejar su fiestita de cumpleaños. Los dos cofres estuvieron juntos.

“El pelado era pueblo, si se lanzaba de alcalde capaz que le daba el voto”, comentaron en el barrio Bocachico las personas que estaban en su velorio. Sin embargo, nadie quiso hablar del hecho en el que fueron acribillados.

A Soria lo conocían por haber sido cantante urbano en su tiempo de colegio. Pero lo recuerdan también por haber sido boxeador y por participar en los interbarriales representando a su colegio Nicolás Infante Díaz, donde también se graduó.

No solo la muerte de Javico ha causado conmoción en Quevedo, sino también la de Estuardo David Granados Vasco, Pier Paolo Yépez Mesías; y Juan Carlos Burbano Carranza, quienes también están siendo velados en la parroquia San Camilo.

El sepelio de Javico está previsto para hoy; no obstante, hasta el cierre de esta edición no se conocía la hora exacta del mismo.