Exclusivo
Judicial
Al Desdentado del Pichincha no le importa rehabilitarse
El tipo fue detenido por un robo, pero no dejó sus andanzas. Dos especialistas hablan sobre su caso.
Nelson Bedón Rugel, conocido como el Desdentado de Pichincha, fue acusado por la Fiscalía de una violación, en Imbabura. La entidad indicó que el hecho se produjo el 14 de mayo pasado, un mes antes de que fuera detenido por la tentativa de robo a dos turistas, en Cuicocha, caso por el que actualmente está en la cárcel.
Bedón fue conocido como un violador en serie hace 23 años. Atacó a unas 10 mujeres en el volcán Pichincha, en Quito. Por estos casos purgó una condena de 11 años, tras la cual salió en libertad, pero volvió a sus andanzas.
¿Por qué no se regeneró? Para Itania Villarreal, exdirectora nacional de Rehabilitación Social, lo que pudo suceder es que al Desdentado no le dieron tratamiento psicológico de manera individualizada mientras estaba preso, como lo determinaba el Código de Ejecución de Penas, del viejo Código Penal. “Incluso funcionaba una comunidad terapéutica, la cual estaba integrada por un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social y un guía penitenciario”, explicó Villarreal.
Agregó que los especialistas no debieron ponerle mucha atención a este tipo de conductas, conocidas como atípicas.
Exdirectora de Rehabilitación
Seguimiento
Franklin Tinajero, psicólogo forense, explicó que hay más factores para que el Desdentado haya reincidido. “El primero y más conocido es que en nuestro país no hay rehabilitación social”.
El segundo es que tampoco hay procesos terapéuticos a nivel interno de los privados de libertad, ni ningún otro tipo de tratamiento. Según Tinajero, lo que las autoridades debieron haber analizado es el perfil psicopático de Bedón durante su internamiento.
El especialista agregó que a un preso así se le debe hacer una valoración de riesgo, para ver si es proclive o no a volver a cometer el delito cuando es liberado.
Por último, se tenía que conocer en qué tipo de entorno se iba a reincorporar el Desdentado. “Esto es fundamental también, porque así se habría sabido si podía rehacer su vida. Fue evidente que no hubo un seguimiento de las autoridades para reinsertarlo a la sociedad”, finalizó Tinajero.
Psicólogo forense