El ‘modus operandi’ de un grupo de amigos autodenominado Los Chupines habría consistido en organizar fiestas, invitar a mujeres jóvenes y emborracharlas, para finalmente abusar sexualmente de ellas.

Sin embargo, no habrían existido denuncias formales en su contra, de acuerdo con fuentes policiales, hasta que en su última reunión una de sus víctimas falleció. Se trató de Nicole, de 19 años, quien la mañana del 8 de noviembre de 2018 fue encontrada sin vida en una casa del sector Nueva Aurora, del sur de Quito (ver infografía).

Aquel día, los investigadores sospechaban que el deceso probablemente era producto de una noche de consumo excesivo de alcohol, sobre todo porque el cadáver tenía ese olor particular, pero más tarde los peritos descubrieron la verdad: había sido violada y asfixiada.

Durante las investigaciones se comprobó además que con el afán de desaparecer indicios del crimen, los involucrados bañaron el cuerpo en ‘trago’ y lo dejaron arropado con cobijas, en la misma habitación donde la habrían agredido de forma múltiple.

Esos detalles fueron confirmados el jueves 23 de marzo de este 2023, luego de que William Chiliquinga, el último de los cuatro procesados en este caso, fue detenido en el sector Guamaní, en el sur capitalino. Estos datos los dio el mayor Cristian Cisneros, del Bloque de Búsqueda de la Policía.

El oficial explicó que el individuo había escapado a Colombia, pero por la falta de dinero tuvo que regresar a Ecuador y en los últimos meses se escondía en dos provincias, Guayas y Pichincha.

Para subsistir, laboraba como taxista con la ayuda de aplicaciones móviles. Era un trabajo de riesgo para un prófugo de la justicia, considerando que ocupaba el primer lugar en la lista de criminales más buscados por violencia de género en Pichincha y era requerido por la Interpol.

Algo que llamó la atención de los agentes es que fue localizado cerca del sector donde ocurrió la violación y muerte de Nicole, en Guamaní.