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El temor es que haya más ataques con víctimas alrededor de la casa del adolescente.Christian Vinueza / EXTRA

Adolescente le 'canta' a la muerte: le mataron al ñaño y a él lo quieren 'virar'

El joven está en arresto domiciliario por un crimen. Fuera de su casa, en el noroeste de Guayaquil, se 'pasean' las balas

La muerte y un chico de apenas 17 años están vinculados. Por ella el ‘pelado’ está encerrado en su casa con arresto domiciliario. Por ella se quedó sin ñaño mayor. Por ella lo cuidan presuntos aliados del mal. Prácticamente el joven vive su propia versión de Por ella, esa salsa clásica de Víctor Manuelle.

El último verso de su canción con la ‘pelona’ se escribió el pasado miércoles 15 de febrero, cuando a dos motorizados que presuntamente querían ‘virarlo’ les cerraron los ojos para siempre a balazos. Se presume que los fulminaron criminales que lo protegen. Así de oscura es la melodía que ronda al muchacho.

La primera ‘estrofa’ se creó el 16 de junio de 2022. Esa noche, en el sector de El Fortín asesinaron a un ciudadano de 23 años, con antecedentes por tráfico ilícito de sustancias.

El sospechoso de cometer el asesinato fue localizado por gendarmes. Lo reconocieron porque tenía la misma vestimenta que al momento del suceso. Y resulta que este presunto implicado es el menor.

“Él está vinculado por la investigación del crimen. Se lo presentó ante la autoridad competente y en la audiencia se le dictaminó un internamiento preventivo en un centro de adolescentes infractores”, cuenta el coronel Christian Mayorga, jefe policial del distrito Nueva Prosperina, al que pertenece la zona en donde reside el jovencito.

En septiembre le cambiaron esa medida por la de arresto domiciliario. Así fue como regresó a ‘caleta’. “Nosotros cumplimos con el dictamen y asignamos personal para aislar al menor en su vivienda”, refiere Mayorga.

El 15 de diciembre del año anterior se armó ‘el coro’ de la melodía funesta. El hermano de 19 años del ‘caneado’ en casa fue acribillado a tiros por motorizados, a metros del inmueble.

“Nos tocó reforzar la seguridad del arresto domiciliario y ya no mandar un policía, sino dos para que estén con el menor”, detalla el oficial.

Lo peor es que el chico está amenazado y ahora, al parecer, lo quieren ‘quebrar’. Es una bomba de tiempo que, si explota, no solo puede marchar él, sino algún allegado, los uniformados de la custodia y hasta algún vecino ‘salado’ que vaya pasando por ahí.

El 25 de noviembre de 2022, la Policía solicitó a la justicia que se revise la medida que mantiene el chico, ante los hechos violentos. 

El 12 de febrero de 2023 hubo disparos alrededor de la casa. Mataron a un sujeto que iba en una moto robada, no se sabe si queriendo atentar contra el joven.

A los tres días, dos individuos fueron interceptados por supuestos ‘panas’ del adolescente, quienes les acabaron la existencia a pepazos. La hipótesis policial preliminar es que los difuntos querían enviar al ‘más allá’ al ‘peladito’.

Lo preocupante es que el arresto domiciliario aún no tiene fecha de terminación. Al menor todavía no le dictan sentencia. El proceso judicial no ha terminado.

La salsa fúnebre podría seguir sumando letras, ¿pero cuántas veces más el chico cantará Por ella, salvándose de la muerte?