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Judicial
¡11 puñaladas de maldad contra una mujer!
La víctima esperaba a su esposo que fue a comprar comida. El momento fue aprovechado por dos tipos para cometer el brutal crimen.
El crimen de una mujer en el centro de Sangolquí, al suroriente de Quito solamente se lo mencionaba en cuchicheos de los vecinos, durante la mañana del 3 de enero. La gente tenía miedo de dar detalles de lo que vio durante la noche del lunes 2, cuando una residente de esa urbe fue salvajemente acuchillada por dos asesinos.
La víctima se llamaba Paola Ortega y fue encontrada por su esposo con 11 puñaladas en su cuerpo, dentro de la camioneta en la que ambos habían llegado hasta la calle Jaramillo para comprar unas hamburguesas.
Según José Burgos, jefe de la Dirección de Delitos contra la Vida de la subzona Pichincha, el hombre se ausentó, al menos, unos ocho a 10 minutos para ir al restaurante.
“En ese momento, dos sujetos llegaron e ingresaron al vehículo y apuñalaron a la víctima, quien estaba en el asiento del copiloto”, detalló el oficial mientras se realizaban más pericias. Fue en ese instante en el que la pareja de Ortega regresó al carro y la vio herida.
No sería por robarle
“Tengo entendido que esto ocurrió a las siete de la noche. Al verla en esa circunstancia, el señor ha gritado por ayuda y los vecinos salieron”, contó Adriana Silva, una moradora del sector que supo de lo sucedido. Ella acotó que la afectada fue llevada en la misma camioneta en la que la atacaron hasta una clínica, donde se confirmó su muerte.
La habitante se admiró por la saña del asesinato y porque en el barrio nunca se han dado casos de esa magnitud. “De hecho, esta calle es bastante tranquila”, precisó. Según los primeros indicios, Ortega fue apuñalada nueve veces en el cuello y otras dos en el hombro derecho. También tenía dos cortes en el área del mentón.
Y, por ello, las investigaciones se intensificaron, a decir de Burgos. “Nuestra hipótesis inicial es un robo porque supimos que a la señora se le llevaron cierta cantidad de dinero y una joya”, detalló el agente.
Sin embargo, el oficial indicó que tienen otra hipótesis alrededor de este hecho que, de confirmarse, echaría abajo a la primera. Es decir, que el ataque se registró no por sustraerle las pertenencias de la víctima, sino por algo más, lo cual se sigue indagando.
Por ahora las evidencias que se hallaron fueron el cuchillo con el que se habría cometido el crimen y dos teléfonos celulares. Además, hay huellas dactilares en el lugar de la escena, las cuales serán cotejadas.