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Víctor Aráuz´interpretando a Leandra AlessandraCortesía

Víctor Aráuz hace a la Michy mexicana en la serie '40 Y 20'

El actor revela que adaptar a uno de sus personajes más querido a esa producción fue un trabajo bastante complejo, especialmente por el acento 

Desde 2016, el actor Víctor Aráuz ha estado ‘tocando puertas’ en México, país donde ha participado en varios proyectos que no se han podido ver en Ecuador. Su más reciente trabajo es en la serie ‘40 y 20’, donde interpretó a su popular personaje ‘La Michy’, aunque en esta versión se llama Leandra Alessandra.

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Recientemente, en redes sociales se han viralizado algunos clips de esta producción. En una entrevista con EXTRA, Víctor revela cómo consiguió este papel y todos los cambios que tuvo que realizar para adaptarlo a la versión mexicana.

@vkarauz

Parte 1 de mi paso por 40y20

♬ sonido original - Victor Arauz

¿Cómo lograste el papel?

Esa serie fue creada por Gustavo Loza (productor ejecutivo), con quien tengo una amistad. Con él trabajé en ‘Run Coyote Run’, una serie de televisión que se estrenó en 2017, donde participé en una temporada. Mientras grababa ‘Maleteados’, iba y venía de México. Fue en ese tiempo que nació la amistad y nuestra relación laboral.

¿Y te contactó después?

Cuando retomaron el proyecto 40 y 20, que ya no se estaba produciendo, Gustavo volvió a reunir al elenco, incluyendo a los protagonistas Michelle Rodríg uez y Jorge Van Rankin. Me escribieron por redes sociales y me propusieron interpretar a ‘La Michy’ con acento mexicano. Yo había dejado de tomar clases de acento, porque eso es cuestión de práctica, pero acepté el reto. Desde entonces, llevo grabando con ellos aproximadamente tres años. Cada año que voy grabamos dos temporadas.

Víctor Aráuz y Michelle RodríguezCortesía

En julio del año pasado estuviste grabando, ¿cómo fue la experiencia?

La experiencia fue muy bonita. En esa fecha estaba entre México, Nueva York y Miami porque tenía una gira con el actor Tomás Delgado, ‘La Vecina’. Fueron días bastante caóticos porque no dormía, pero esa gente me trató muy bien y me brindó su cariño.

¿O sea lo que más te costó fue el acento?

Hacer Leandra Alessandra fue complicado. Incluso le pedí consejos a David Reinoso, porque cuando hice la primera temporada de ‘Coyote’, no había retomado clases de acento, pero me permitieron interpretar mi papel con mi acento ecuatoriano. Sin embargo, cuando llegó ‘40 y 20’, Gustavo me dijo que no quería excusas, que quería a ‘La Michy’ mexicana. Sentía que estaba interpretando a dos personajes al mismo tiempo. Tomé clases y, gracias a los consejos de David, logré adaptarme.

¿Entonces no está en tus planes quedarte allá?

Yo no puedo quejarme, el país me ha tratado muy bien y para mí era importante probarme, al punto de que tengo una visa mexicana para trabajar. No voy a negarlo, la industria mexicana es muy grande y, cuando voy, me doy cuenta de que no es fácil. Por eso aplaudo a la gente que ha logrado entrar a mercados internacionales, como Roberto Manrique, Eduardo Maruri o Giovanna Andrade. No es un trabajo fácil.

Siento que todavía me queda la ‘espina’ de quedarme más tiempo para hacer castings, moverme de un lado a otro, pero por ahora no quiero decir que estoy conforme, sino más bien calmado. Voy, participo en la serie y regreso. De a poquito voy haciendo cosas.

Incluso tenemos entendido que recibes tus regalías, ¿cierto?

La otra vez me inscribí en la Asociación Nacional de Actores (ANDA), entonces sí, ya recibo regalías por lo que hago allá, algo que no pasa acá. Por eso conté en mis historias lo de Amparito Guillén: acá los actores no cuentan con ayuda. Esto es un tema de los canales que no se hacen cargo y viven retransmitiendo programas en los que uno dio todo de sí, pero no pagan a la imagen que están exponiendo.

¿Crees que en algún momento lleguen a pagar regalías acá y que podrías recibirlas?

No, eso pasará, pero falta mucho tiempo. Muchos actores terminarán sus días en la pobreza o en el olvido, y ya cuando pasan a otro plano, los canales hacen homenajes, pero eso no sirve de nada, porque cuando uno está muerto, ya no hay solución. Es bastante triste. Tiene que venir una autoridad que haga valer los derechos de los artistas.

Por eso ahora me estoy enfocando en hacer cosas allá, porque no sé si mi futuro esté definitivamente en México.

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