Yuleysi Coca en toda su vida se ha emplutado solo 3 veces, pero fueron suficientes para que no quiera beber más. En una ocasión confiesa la cantante que la policía la pilló echándose unos vinos en la esquina del colegio ¡vistiendo el uniforme! 

No solo que casi la expulsan del colegio, sino que la mamá le dio tremenda paliza que hasta hoy la recuerda, que ya está casada y es madre de dos niños. 

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En el colegio, con mis compañeras de clases un día decidimos comprar un vino en una tienda ubicada en la esquina del colegio, comenzaron a tomar y solo yo faltaba porque nunca había bebido, por lo que me insistieron, después de tanto y tanto tomé un poquito. El problema era que estábamos con el uniforme, pasó un patrullero de la policía, nos vio y preguntó qué estábamos tomando, nos asustamos y le dijimos que era jugo, pero el oficial no nos creyó, nos subió a la patrulla y nos llevó de regreso al colegio. ¡Me moría de la vergüenza!

Nos llevaron directo con la rectora, ella me hacía preguntas, yo me puse nerviosa y vomité en el rectorado. Ella llamó a mi mamá que tuvo que pedir permiso en el trabajo, y después vino lo peor porque me querían expulsar, me asusté mucho porque yo era la mejor alumna de mi curso y podía dañarme las calificaciones. Gracias a Dios mi mamá habló y solo me enviaron al psicólogo y a realizar ayuda social.

Debo aclarar que solo tres veces he bebido en mi vida y no me quedaron más ganas, pero cuando están bebiendo disfruto ver a mis familiares y amigos cómo van cambiando, unos lloran, otros ríen, y yo estoy ahí para acolitarlos. Me encanta escuchar a Rocío Dúrcal, Miriam Hernández, Shakira y Thalía.

La segunda vez que bebí lo hice con mi esposo, cuando todavía éramos amigos y nos dimos nuestro primer beso. Me gustó hacerle muchas preguntas, hay un dicho de que los borrachos nunca mienten (risas).

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Un tequila, con sal y limón, que quema y vuelve loco a quien lo tome.

Después del lío del colegio, mi mamá me castigó quitándome el celular y la computadora, para rematar me dio palo (risas). Fue horrible, creo que quedé marcada para siempre. 

La tercera y última vez que tomé fue en la discoteca, con mis primas, todas terminamos sin zapatos, el maquillaje chorreando, lloramos, bailamos, cantamos, reímos y como ya era la hora del cierre, le pedí al Dj por micrófono, que siguiera tocando y a mi esposo le decía que espere 5 minutitos más. Los clientes en coro, como si fuera canción, repetían 'cinco minutitos más'. La pasamos muy bien.

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