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Sebastián Cordero es un director de cine ecuatoriano.Amelia Andrade / EXTRA

Sebastián Cordero: Su documental compite contra ‘La sociedad de la nieve’

El cineasta ecuatoriano, es nominado a los Premios Ariel. Su documental ‘Al otro lado de la niebla’, compite contra ‘La sociedad de la nieve’

El cineasta ecuatoriano Sebastián Cordero, de 52 años, ha dejado una huella importante en la industria cinematográfica y es plenamente consciente de ello. Cordero es el director de películas como Crónicas, Sin muertos no hay carnaval, Rabia, Pescador, y Ratas, ratones, rateros, la cual acaba de cumplir 25 años desde su estreno y que, además, ha abierto las puertas en la industria.

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El cineasta Sebastián Cordero se inició hace 29 años filmando videos para bandas musicales como Cruks en Karnak.Cortesía

Admite que no ha sido fácil, pero ver cómo la gente se conecta con sus películas le demuestra que todo el esfuerzo ha valido la pena. Incluso, este trabajo lo ha llevado a ser nominado a los Premios Ariel o los Óscar Mexicanos, con su documental ‘Al otro lado de la niebla’, que se realizarán el 7 se septiembre. Sin embargo, reconoce que será complicado llevarse el premio, ya que compite con producciones de gran nivel, como ‘La sociedad de la nieve’.

Sebastián Cordero y su amor por el cine

Le faltó solo ser actor, ¿cierto?

Lo mío es estar detrás de la cámara, y más que todo porque siento que soy muy control freak (persona controladora). El oficio del actor implica encomendarse al director y dejarse guiar. Lo más cercano a la actuación que he hecho fue en mi documental ‘Al otro lado de la niebla’, pero ahí soy más un narrador que cuenta su experiencia en primera persona. Es lo más cercano a exponerme.

Justo ese documental está nominado como a Mejor Película Iberoamericana en Premios Ariel, que son como los Premios Óscar en México.

Sí, es cierto. Son los premios de la Academia Mexicana, y cada academia tiene sus premios locales, pero también nominan a películas extranjeras. En este caso, estoy nominado junto a La sociedad de la nieve. Mi documental trata sobre el viaje que hice con el montañista Iván Vallejo al Campo Base del Everest. Fue una sorpresa, porque no es muy común que nominen documentales en esta categoría.

Captura de la película La Sociedad de la nieve.Instagram

¿Tiene posibilidades de ganar?

Tenemos competencia fuerte. Voy a disfrutar la noche nada más, porque creo que hay películas con un respaldo mucho mayor que probablemente se llevarán el reconocimiento. Sin embargo, tengo mucho cariño por los Premios Ariel, porque la primera vez que viajé a México fue cuando fui nominado con Ratas, ratones y rateros hace 25 años.

La industria del cine mexicano vs la ecuatoriana

¿Cómo ve a la industria ecuatoriana, en comparación a la mexicana en donde ha trabajado por muchos años?, ¿hay muchas brechas o diferencias?

Existen varias brechas (Risas) Históricamente hablando. México es uno de los países más grandes de Latinoamérica y tuvo su Edad de Oro en los años 50, donde se produjeron películas que dieron la vuelta al mundo, posesionando a grandes cineastas (...) A pesar de que los dos países compartimos idiosincrasia y una realidad similar, en México hay un apoyo mucho mayor al cine, no solo a través de premios concursables, sino también del sector privado.

¿Se requiere mucha inversión?

El cine es sumamente caro. Es una industria global que requiere infraestructura. Creo que para lograr avances, se necesita una combinación de apoyo público y privado. En países vecinos se generan incentivos fiscales para que las empresas inviertan en el cine, reduciendo sus impuestos.

¿Qué tan difícil fue para usted?

En mi caso, llevo mucho tiempo en esto. En ese entonces, era impensable ir a golpear puertas en el extranjero. Ratas, ratones, rateros fue una película que se financió solo con auspicio privado, con el apoyo de amigos y colaboradores. Todo el grupo se unió para hacerla posible. Con Crónicas logré una coproducción con México, y el 90% del financiamiento vino de ellos. Mi primera película en la que trabajé con un esquema de fondos concursables y coproducción fue Pescador, una colaboración entre Ecuador y Colombia. Conseguí ayuda de ambos países y de inversionistas privados. El mecanismo que utilicé en esa película funcionó, se recuperaron los costos y se obtuvo ganancia. Para mí, fue una prueba de que se podía encontrar un camino con lo que había disponible.

¿Qué se debe hacer?

Es necesario educar más al público ecuatoriano para que se interese más por la producción local. Tenemos salas de cine, pero cuando se estrena una película de Hollywood, tiene una promoción gigantesca. Muchas veces, una película ecuatoriana puede estrenarse en esas mismas salas, pero la gente ni se entera.

Ratas, ratones y rateros cumplió 25 años

‘Ratas, ratones, rateros’ acaba de cumplir 25 años, ¿qué significa esa película para Sebastián?

Para mí, Ratas es la película en la que siento que encontré mi voz como cineasta. Tiene una conexión muy grande con la gente, porque se identificaron de una manera que nunca pude prever. Veo cómo reacciona el público ecuatoriano ante todos los elementos de humor negro e ironía que tiene la película. Los personajes se han vuelto emblemáticos. Agradezco profundamente esa conexión. Si en algún momento eso vuelve a ocurrir, sería increíble. Lo que sí puedo controlar es la calidad de las películas, y eso seguiré haciendo.

¿Siente que abrió el camino a más cineastas o jóvenes?

Creo que sí, porque abrió los ojos de muchos y se dieron cuenta de que sí es posible hacer cine. Ver una película ecuatoriana como Ratas fue algo muy inspirador.

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