Las carreteras de Pensilvania, Massachusetts, Connecticut, Nueva York lo conocen como camionero, pues lleva más de 20 años en eso. Ahora es tiempo de que no solo sus vías, sino también su gente, sepa de él como cantante. ¡Y con sangre ecuatoriana!

Migrante de la crisis bancaria que sacudió al Ecuador en 1999, Haeckel Rivadeneira, más conocido en el mundo artístico como Eko, dice que el buscar días mejores y la idea de hacer música fueron sus “trampolines” para llegar a Estados Unidos, país donde le ha tocado ‘sacarse la madre’ para surgir. Pero el esfuerzo ha valido la pena.

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Nacido en Portoviejo, Manabí, hace 50 años, Eko confiesa que desde joven le gustó la música. “Cantaba las canciones de Guillermo Dávila, siempre andaba con guitarra en todos los lugares”, cuenta. Luego comenzó a estudiar la música y a los 17 años, en 1991, se lanzó: “fui a Fediscos (disquera) y grabé ‘Mix on de rap’, que sería mi primer sencillo”.

Pero no fue hasta el año siguiente, 1992, en que hizo de ‘Nalgas’, como llamó a su canción grabada con Ifesa, el éxito con el que recorrió “todo Ecuador”, afirma. “Nalgas es cosa de todos los días, afiches, letreros; todos las publican pa’ serles sincero, acaso comerciales o cuerpos de las chicas”, recuerda cantando Eko sobre un tema con el cual cuestionaba el uso de la mujer como objeto sexual en las publicidades.

Pero llegó 1999 y con ello la crisis económica que hizo migrar a miles de ecuatorianos, recuerda mientras dialoga vía WhatsApp con EXTRA y conduce su camión desde el puerto de Newark hacia Pennsylvania. “Me vine a trabajar, pero la cosa no fue fácil. Comencé en factoría, luego en la construcción... este país es una escalera de la vida”, dice sobre las dificultades enfrentadas.

Al tener a su familia trabajando en la línea de camiones de carga, entró a la escuela para sacar licencia comercial clase A en Estados Unidos. “Y poco después empecé a conducir. En 2005 tuve mi propio camión, viejito, fue un Mack del año 1991. Ahora viajo en mi camión Freightliner del 2010”, dice con orgullo sobre su ‘máquina’.

Pero su trabajo en la conducción de camiones por esas extensas vías de Estados Unidos no es nada fácil. “Trabajo de lunes a viernes, de 14 a 16 horas al día, recorriendo carreteras para llevar carga a los puertos internacionales”.

Con tantas horas al volante, su tiempo libre y en especial los fines de semana los dedica a su pasión, la música. Advierte que ganarse un espacio en el mercado gringo es ‘jodido’, pues “acá en lo que es medios de comunicación está dominado por cubanos y dominicanos. Si no eres bueno, no entras”.

Pero él ha sabido moverse con habilidad y talento. Recuerda que el año pasado conversó con el productor Raúl Vélez, “y le dije que quería hacer algo muy personal”. Se hizo un EP digital de 4 temas, siendo el principal ‘Ya no eres’, canción que fusiona algo de pop, reguetón y rap, con un toque especial de los sonidos latinos.

“Pero cuando salió el producto final, que incluye los temas ‘La chica wet’, ‘El loco’ y ‘Bye’, Raúl me dijo: ‘Eko, esto no es para que lo tengas guardado, ni para tus amigos, esto es para que lo metas al mercado’. Y así fue, lo lazamos al público y ya llevamos más de 241 mil vistas en YouTube”, afirma con alegría.

Además, dice mientras toca la bocina y se escucha su estruendo a través del teléfono, “en esta semana terminamos el nuevo video de ‘La chica wet’ (La chica mojada) un tema mambo electrónico digital para abarcar la sintonía caribeña. El video fue grabado en República Dominicana y en Ecuador, y esperamos que sea otro gran éxito”.

Así, con un poco de rap, algo de reguetón, bastante talento y, eso sí, mucha dedicación en el poco tiempo que le queda disponible después de recorrer las carreteras de Estados Unidos, Eko va recorriendo a buena velocidad el camino al éxito musical.

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