Abrirse camino en el mundo del entretenimiento no es nada fácil, así lo piensa la familia de creadores de contenido conformada por Rony Torres, conocido como ‘La Palominha’, su esposa Anggie Cisneros y su hija Alejandra, quienes desde la pandemia hacen videos de humor.

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Dicen que lo más complicado es que el público los acepte, en medio de la moda del denominado humor negro, ya que ellos no hacen bromas de doble sentido ni utilizan palabras inapropiadas, dado que la mayoría de su audiencia son niños. Procuran que cada video tenga un mensaje de fondo.

“Mi contenido es muy familiar, no uso doble sentido. Aunque es más difícil, porque hoy en día lo vulgar -si se puede decir así- tiene más aceptación, nosotros no hacemos eso porque tenemos a Dios en nuestro corazón y porque tenemos hijos, y no queremos dejarles ese tipo de mensaje”, comentó Anggie.

Algo contra lo que también luchan es la falta de apoyo entre artistas. Rony no sabe si es debido al “celo profesional” o porque, definitivamente, solo se ayudan cuando son amigos cercanos. “Hay que unirnos más entre los artistas. Siento que a veces el círculo se cierra y no dejan que nadie más entre, pero con mi familia nos estamos abriendo paso a base de trabajo y esfuerzo. Estamos haciendo ruido, y no les queda más remedio a esos artistas top que están arriba que voltear a vernos”. 

Admitió que, en más de una ocasión, ha tocado las puertas de otros comediantes, pero siempre le ponen excusas de falta de tiempo y otras razones. “Si no nos dejan entrar al círculo, yo creo mi propio círculo, con trabajo duro. Mucha gente tiene años de trayectoria en televisión, los respeto mucho, pero hay una nueva generación, como mi hija”, explicó y añadió que uno de sus grandes amigos en la industria es Tomás Delgado (La Vecina). 

La familia compartió sus múltiples complicaciones y dolores de cabeza al crear videos, ya que Rony era el único con experiencia, pues es actor y llevaba algunos años interpretando a su personaje La Palominha.

“Tomar las cámaras, las luces, todo fue nuevo para nosotras, pero nos tocó aprender. Él (Rony) se encarga del guion, la producción y la dirección; tiene tantas funciones que a veces eso le genera mucha tensión. Pero hemos adquirido experiencia; ahora, en un solo día, grabamos hasta cinco videos”, contó Anggie.

Como en toda producción, siempre hay alguien que necesita repetir más de una toma, y en este caso es la pequeña Alejandra, de 11 años, quien, pese a ello, admite que le encantan las redes sociales. “Se me traba la lengua, entonces tengo que repetir. Todavía me pongo nerviosa, y a veces las palabras largas me confunden, así que toca repetir. Me gusta que en la calle me reconozcan. Imagínense si mi papá no me hubiera dicho que grabáramos”, comentó la niña.

Los tres describen esta experiencia de trabajar juntos como una bendición, aunque Anggie y Alejandra revelaron que Rony es bastante exigente como jefe, ya que a veces las pone tensas con sus demandas al momento de grabar. Sin embargo, entienden que el objetivo es lograr un buen producto y mejorar.

“Mantenerse es difícil. Luego de la pandemia, muchos creadores de contenido se quedaron en el camino, porque esto no es fácil. Ahora las cosas en redes están más complicadas, así que hemos tenido que migrar a otras plataformas como YouTube y TikTok, aunque esta última aún no se monetiza en Ecuador; se gana más por marcas y comerciales”, concluyó Anggie.

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