La entrega de la 96 edición de los premios Óscar 2024 dejó mucha tela que cortar, con momentos y situaciones inolvidables. Este año no hubo bofetadas, pero sí un desnudo que lo protagonizó John Cena, exfisicoculturista y ahora actor (de ‘El pacificador’, entre otras), quien apareció con un pequeño cartelito tapando sus partes íntimas, para anunciar el premio al mejor diseño de vestuario, el cual finalmente obtuvo la película ‘Pobres criaturas’.

Pero, ¿qué hay detrás de su llamativa presentación de la que todos comentan? El actor tuvo algunos motivos para salir de esta inusual manera al escenario. ¿Estuvo realmente desnudo? 

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De acuerdo con fuentes como Variety, la aparición de Cena desnudo es un homenaje a Robert Opel, quien en 1974 apareció sin ropa en la edición 46 de los premios Óscar, mientras Elizabeth Taylor era presentada por David Niven. Por otro lado, se dice que Cena también se prestó a esta actuación como forma de protestar en favor del gremio dedicado a la creación de vestuario en Hollywood, cuyo sueldos son aparentemente muy bajos.

El desnudo con el que John Cena revolucionó la ceremonia, realmente no lo era. Ante los riesgos de que surgiera un imprevisto, la producción prefirió ir a lo seguro y el luchador profesional contó con un híbrido en tonos piel de suspensorio, según se puede ver en fotos que han empezado a publicarse en las redes sociales.

Esta prenda se suele utilizar en el cine en escenas de sexo, la de Cena constaba de dos partes bien pegadas al cuerpo: una delantera y otra trasera .

En una gala donde todos buscan lucir sus mejores outfits, que alguien vaya desnudo al escenario,  es analizado por los diseñadores ecuatorianos María del Mar Proaño, Nino Touma y Natasha Wiesner.

Para María del Mar Proaño, el desnudo de John Cena estuvo de más. “Estuvo mal, pésimo, porque es una falta de respeto al evento y al público mundial. No por marcar la diferencia se debe caer en lo vulgar y el mal gusto”.

Nino Touma considera que la demostración fue un acierto. “Recordemos que es una noche en donde cada quien decide qué tono icónico le da a su momento en el escenario y el objetivo estuvo. La creatividad también juega”.

La propuesta no le disgusta a la diseñadora Natasha Wiesner. “Está chévere, pero pienso que no creó la mejor opción; obtuvo el protagonismo, más no el objetivo, creo que lo podía haber hecho de otra forma. Eso es Hollywood, escándalo y las cosas más irrelevantes para llamar la atención”.

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