Al borde de la quiebra. Así están los miembros de la Asociación de Planeadores de Eventos, ante la prohibición de realizar fiestas y demás reuniones en casas o locales particulares en Guayaquil, como medida para evitar la propagación del COVID-19.

Andrea Nuñez, directora del grupo "The planners certificados, (INIBEP Ecuador)", dice a EXTRA que a más de tener preparación internacional para realización y organización de eventos, tomaron un curso de la OMS para aprender los protocolos de bioseguridad para realizar encuentros de 25 personas, y que hoy ven sus aspiraciones laborales frustadas.

"Las personas que desean celebrar algo, no siempre tienen para un hotel. Además la mayoría de los hoteles cuentan con sus propios organizadores de eventos, lo que nos deja sin trabajo el resto del año", explica Núñez.

Nuñez expresa que detrás de un evento social, como bodas, cumpleaños, agasajos y más, estan los planeadores, fotógrafos, maquilladores, cocineros, los que hacen tortas y bocaditos, y cerca de 20 personas más que ganan su sustento con su trabajo y que ahora ya no saben qué hacer.

Buscan permiso

Andrea Nuñez junto a Pía Luna, otra directora de los planeadores, piden que se les conceda un permiso de trabajo a través del Comité de Operaciones de Emergencia ( COE Cantonal), para realizar los eventos con los protocolos que da la OMS.

"Alli explicaremos todo lo que se realizaremos en las casas. Con todos los datos de los proveedores, lista de invitados, lista de asistentes, y demás información para que las autoridades sigan el control del evento a realizar", anuncia la dirigente.

Los planeadores piden que se los deje trabajar de manera responsable pues tienen deudas que pagar y muchos ya no saben cómo llevar la comida a sus hogares.

"Esta propuesta se la hace a las autoridades y esperamos que seamos tomados en cuenta", recalca la líder del gremio.