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Farándula
Marilú Pesántez: "Actuar alimenta mi alma"
Marilú Pesántez de la época del modelaje y los reinados de belleza tiene los mejores recuerdos
La primera vez que le propusieron a Marilú Pesántez hacer un casting para actuar en una novela, no lo aceptó porque ella no era actriz. No obstante, a tanta insistencia la modelo y reina de belleza descubrió esa pasión que había estado oculta en ella.
La oportunidad se le presentó mientras daba clases de modelaje en la academia de Denisse Klein, y de Ecuavisa llegaron a hacer un casting
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“La actriz Maribel Solines me vio y me preguntó si quería hacer una prueba. Yo dije, ‘paso, no soy actriz’”, pero finalmente la hizo y obtuvo un papel en la novela ‘Yo vendo unos ojos negros’, de eso hace casi 20 años. Luego hizo talleres, estudió actuación y consiguió una mánager en Colombia en miras a abrirse camino por allá.
"Me hicieron un escaneo total y me dijeron que tenía que operarme la nariz y aprender a maquillarme diferente, y quedaba lista para trabajar en diversas producciones, pero tuve una propuesta de Ecuavisa y me vine a lo seguro. Esto es como una droga, uno termina haciéndose adicta a la actuación, pero conocí a mi novio, me casé y tuve mi primer hijo. El arte está en mis venas, si me sientas en una oficina con una computadora, hasta ahí llegué”.
Algo que sí nació con ella, indica, que es el modelaje, actividad en la que empezó muy pequeña y que le permitió conocer varios países y participar en concursos de belleza como Miss Internacional, Reina del Café y Miss Ecuador.
“A esa etapa de mi vida le saqué el jugo, crecí, maduré, me abrí a ser sociable y terminé con la timidez y mis nervios. No me explico cómo era eso, si a la vez me gustaba verme en el escenario”, comenta.
Actualmente, Marilú actúa en la comedia El Mandarina, con Ney Calderón y la dirección de Jorge Toledo.
“Es una obra muy linda, del típico hombre que es macho alfa ante sus amigos, pero en casa la que manda es la mujer. Existen situaciones muy jocosas en toda la historia”.
La actuación ahora es más esporádica en la vida de Marilú. “Tengo mis prioridades, mis hijos, mi esposo, los proyectos con ellos. Actúo para alimentar mi alma, lo disfruto sea corto o largo el tiempo que dure”.
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