A sus 61 años, el actor, guionista y dramaturgo ecuatoriano Marcelo Gálvez la tiene clara: no quiere llevarse a la tumba sus secretos teatrales, pues cree que hay mucho talento en la nueva generación, con la cual puede compartir lo que sabe mediante talleres.

Admite que en la actualidad, los canales de televisión contratan a los actores y talentos por sus millones de seguidores. Sin embargo, eso no lo detiene y continúa trabajando en el mundo del arte desde hace más de 45 años. De esa generación ya pocos quedan.

1. “Mi papá no quería que yo hiciera teatro porque me decía que la gente era ingrata, pero aún lo recuerdan y me dicen: ‘Eres hijo de Lucho’. Fui rebelde en la actuación”.

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2. “A los nuevos actores los veo con muchísima esperanza (...) Lo único que puedo decir es que si deseas ser famoso no te metas a ser actor, porque en esta carrera se sufre. Veo a actores nuevos que están reactivando el teatro, porque incluso antes de la pandemia ya teníamos crisis de cultura en el país, y más de teatro”.

3. “Los actores de la ‘vieja escuela’ ya estamos muriendo, muchos estamos de salida. Éramos muchachitos en los 70 (década) cuando creamos El Juglar, y muchos ya están por partir (...) No está tan bien que se diga que no se nos ve o que no estamos en nada, porque nuestro trabajo teatral es permanente y a veces es subterráneo. Que no nos llame un canal, muchas veces nos vale, porque la televisión desde que comenzó en los 60 hasta ahora es pan para hoy y hambre para mañana”.

4.“Ahora en la televisión contratan influencers dependiendo de los millones de seguidores que tengan, sin importar que actúen bien, y con ese criterio se han manejado desde hace mucho tiempo”.

5.“Yo no soy ningún resentido con mis opiniones de la televisión. Es lo que opino y estoy en el medio con más de 45 años de trayectoria, entregando todo de mí a las nuevas generaciones porque no me interesa guardarme mis secretos de técnica teatral, con la esperanza de que surjan nuevos actores”.

6. “Hay que saber hacer humor negro. Yo no creo que la gente disfrute ser insultada desde el escenario (...) He pasado de sacarnos la lengua a invitarnos a pelear a la esquina con estos actores, pero respeto la línea porque es la forma con la que llevan el pan a la mesa”.

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