Cuando visita Ecuador, se siente como en casa. El chef bogotano de 53 años, Jorge Rausch, reveló a EXTRA que lo único que le falta para ser ecuatoriano es la cédula. Incluso, está proyectándose abrir un restaurante en nuestro país, obviamente de alta cocina.

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Aprovechamos su paso por el país, ya que estuvo haciendo una Ruta de las Hamburguesas, un recorrido por varios de los restaurantes que participaron en la última edición de Burger Show este año. Por lo que desde las carnes más jugosas hasta las salsas más intrépidas estuvieron presentes durante los tres días que permaneció en Ecuador.

Si hablamos de gastronomía, ¿con qué plato identificaría a Ecuador?

No es una pregunta justa porque es difícil escoger un plato de un país; hay muchos ricos.

¿Cuál disfruta comer cuando viene acá?

El encebollado, la fritada, los locoros, todo. Es difícil escoger. La tonga manaba, la sazón de Jipijapa.

Todo lo que lleva maní, porque se sabe que le encanta, ¿me imagino que tiene salsas inspiradas en nuestro maní?

Sí, claro, tengo algunas.

¿Y si Érika Vélez fuera un platillo?

No... ella sería caviar.

Con Érika adoptó una perrita salchicha (Olivia).

Es mía, pero Érika me convenció de comprarla. No recuerdo cómo me envolvieron en esa situación y yo terminé en Bogotá con una perrita y Érika en Guayaquil, pero no, amamos a nuestra perrita. Me está pidiendo la manutención, pero el problema es que yo tengo a la perrita (risas). Es broma, en realidad yo la tengo y es maravillosa.

Jorge, a usted lo consideran un ícono en ‘MasterChef’, ¿qué piensa de eso?

Llevo 10 años haciendo ‘MasterChef’, he hecho 18 temporadas, más de 1.500 capítulos, obvio que es parte de mi vida.

¿Ha pensado qué pasaría si mañana dicen: “Cambiamos a Jorge, no vas más”?

No lo he pensado, pero el día llegará, las cosas cambian. Pero yo tengo muchas cosas en mi vida, además de ‘MasterChef’ claramente. Me paso 6 meses del año haciendo el programa, pero tengo mis negocios, emprendimientos y un montón de cosas.

Hay que darle gracias a Dios y a la vida por las cosas que uno tiene mientras las tiene, y no me proyecto a cuando no las tenga. Algo más será, pero por ahora no me voy a ningún lado.

¿Qué es lo que más le gusta de Ecuador?

La gente, la comida, todo. Soy muy agradecido por el cariño del público, solo me hace falta la cédula. Amo Ecuador, me siento en casa.

¿Qué es lo que aún le cuesta preparar?

El arroz, es un plato difícil. Soy imagen de una marca de arroz, pero aprender a hacer arroz bien es un cuento. Aquí se come el arroz perfecto, toca concentrarse.

¿Qué postre se come en sus momentos más felices?

Mi hermano prepara una panna cotta (nata cocida) de canguil, es mi favorita.

Muchos pensarán que usted solo come platillos de autor, pero ¿qué gusto se da a la hora de comer?

Bueno, cuando estoy viajando, me gusta ir a buenos restaurantes. En mis días comunes como algo muy sencillo. Incluso, varias veces a la semana hago ayuno intermitente. Me gusta el calentado, que es un arroz con huevo frito, carne mechada, bien rico.

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