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Farándula

Gerardo Morán, ahora canta con músicos en vivo, tiene su orquesta a la que llamó Los más queridosCHRISTIAN VASCONEZ

Gerardo Morán 37 años siendo ‘El más querido’: Qué más artista querían

Gerardo Morán es de los cantantes que viven netamente de la música. No es tacaño, pero tampoco despilfarrador, y prefiere el campo a la ciudad

Cuando Gerardo Morán grabó en los inicios de su carrera el pasillo ‘El más querido’, nunca imaginó que ese nombre se convertiría en su distintivo.

Tras 37 años de carrera, el artista nacido en Caluma, provincia de Bolívar, reconoce que no se trata solo de un seudónimo, sino de una responsabilidad que conlleva mucho trabajo, para mantener el cariño del público y continuar vigente.

Su popularidad es tal, que otros artistas lo invitan a grabar con ellos y hasta ha creado su propia orquesta, Los Más Queridos.

“Me gusta compartir el talento, no me creo ni más ni menos. He hecho ‘feat’ (colaboración) con artistas profesionales y otros que no lo son, que buscan darse a conocer así”, cuenta a EXTRA Gerardo.

No fue inmediato

Pero no siempre fue así. Recuerda que en los primeros 16 años de carrera, el éxito le fue esquivo.

“En ese tiempo grabé rocola y a duras penas pegaron ‘17 años’, ‘El más querido’ y ‘Allá te esperaré’. Tres temas son muy poco. Luego vino la fiebre de la tecnocumbia en el 2000, de ahí hice el paseíto orquestado con ‘En vida’, ‘Qué más hombre querías’ y ‘La verbenita’, el ritmo con el que más me he identificado”.

Son precisamente esos últimos éxitos los que el público no permite que falten en sus presentaciones, además de ‘hits’ como ‘El provinciano’ y ‘Ahora soy feliz’.

“En mis shows muy poco estreno canciones. Canto los éxitos ‘pegados’ (con mayor aceptación) porque me pongo en el lugar de la gente que paga su entrada para escuchar lo que le gusta. No es que canto siempre lo mismo, tengo temas nuevos y que suenan, pero no puedo dejar los clásicos, porque la gente reclama”.

Rompe esquemas

‘En vida’ es su canción icónica, que se ha convertido en una especie de himno popular. “Rompió esquemas porque puso a bailar al rico y al pobre, gusta en todo estrato social. Me ayudó, en cierta forma, a salir del anonimato y posicionó mi carrera. El mensaje es una gran verdad. En vida hagamos todo: abrazarnos, querernos, disfrutar”.

Agrega que eso es lo que él hace fuera de las tarimas. “Me gusta estar con mis hijos, comerme a besos a mi nieto, y ya viene el segundo, lo esperamos para noviembre. No soy de ciudad y cemento, me gusta el campo, el mar, un río, nadar, la comida criolla y jugar ecuavóley con mi equipo, Los Más Queridos”.

Su vida es muy musical, sostiene. Pese a andar de escenario en escenario, su hobby es hacer música en el piano y el ukelele. “Tengo 35 años viviendo del canto. No soy tacaño, pero tampoco despilfarrador. Gasto en lo que tengo que gastar, no me mido en una comida o en un paseo, pero no gasto en un carro de 150 mil dólares si me puedo comprar uno de 30 y me va a rendir igual”.

Su vida privada

“Mi hija mayor quiso estudiar Ciencias Políticas en la Universidad San Francisco y ahí se graduó. La segunda quiso ser periodista y sacó su título en la Universidad de Las Américas. Los gemelos quieren aprender instrumentos y estudiar producción. También los estoy complaciendo”.

En lo que no está de acuerdo es que su hija Kerly haya estudiado periodismo y que recién ahora quiera ser cantante. “Si ella hubiese tenido esa afición, la habría puesto en una escuela de música desde niña. Pero tampoco es que estoy en contra. Así mis hijos se equivoquen, tienen a su papá para que los apoye”, concluye.