La sonrisa no se le borra por nada a la conductora de televisión Valeria Mena, ya que terminará el 2020 con más trabajo y volviendo a una de las facetas que ama: hacer radio.

Mena se reintegró la semana pasada al programa ‘Vamos Mundo Magazine’, que transmite la estación FM Mundo, luego de ocho meses de estar alejada de los micrófonos tras dedicarse por completo a la televisión. 

“Mi separación de la radio fue en abril, pero fue momentánea porque por la pandemia me tenía que organizar en cuestiones familiares y de trabajo”, cuenta a EXTRA la manabita, quien desde hace más de dos décadas vive en Quito. 

Feliz reencuentro

La presentadora se siente feliz de estar nuevamente con sus compañeras Laura Galeano y Nicole Cueva, a quienes no había visto desde que se fue. Además, porque le agrada mostrar una faceta diferente a la imagen seria que transmite en el noticiero de Gamavisión. “Ahora me permito mostrarme más como la mujer que soy”, indica. 

Intercambio de energías

Mena asegura ser una mujer muy apapachadora y que si hay algo que le ha costado en todo este 2020 es no dar abrazos a las personas que quiere, esto para prevenir un contagio de COVID-19, ya que no desea ponerse en riesgo ella, ni a quienes la rodean. 

“Siento al abrazo como un instante en donde intercambias tanta energía positiva y que te llenas de cariño que me duele no poder hacerlo”, comenta. Sin embargo, cree que ha aprendido a abrazar con la mirada, sobre todo cuando le toca salir a la calle y se encuentra con sus seguidores, a quienes les da una ‘bonita ojeada’. Ellos también lo hacen. 

“Ya es parte de lo cotidiano el no dar abrazos y creo que con mis ojos digo que quiero, pero que conscientemente no puedo y que probablemente vendrán después y tengo muchos pendientes”, menciona. 

La rubia manifiesta que si hay algo que aprendió en este año es a no proyectarse tanto y a vivir un día a la vez. Cuenta que perdió a muchos amigos queridos a causa de la pandemia de COVID-19. 

El famoso dicho “vive el momento, solo este momento es la vida”, no lo tenía tan claro y consciente hasta ahora, por lo que ha decidido empezar a querer la vida como venga con todo y altibajos. 

“Todos tenemos días malos, bajones, tristezas y problemas, pero son parte de la experiencia y por más triste que uno esté, si de pronto envías un mensaje de optimismo es como que te limpias y te levantas el ánimo y seguro a otros también”, acota, por lo que de ahora en adelante buscará ser una imagen buena en redes sociales, a las que considera que en ocasiones llegan a convertirse en tóxicas.