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Farándula
Carnaval salvaje: Figuras de la farándula cuentan cuál ha sido su más loca celebración
Agua, lodo, huevos, disfraces, espuma, cerveza, todo han empleado para festejar el más salvaje carnaval de sus vidas
El carnaval es ideal para disfrutar con los ‘panas’ y la familia. Hay quienes lo hacen mesuradamente, pero también están los que se lanzan con todo a jugarlo. Aquí les contamos algunas anécdotas y de las más locas aventuras vividas por artistas y figuras de la pantalla en estas fiestas.
“El carnaval era la ocasión propicia para vestirme de mujer, al estilo brasileño. Mientras mis hermanos jugaban con agua, globos y espuma, yo estaba en mi cuarto disfrazado con la ropa de mi hermana y una toalla puesta como peluca. Tenía 11 años cuando mi papá abrió la puerta y quedó impactado al verme, pero le dije que en otros países se disfrazan, así lo engañé, pero fue traumático que me descubriera. Toqué el infierno cuando vi la cara de mi papá, y como el dormitorio daba hacia la sala, todos me vieron y quedaron perplejos”.
“Mi carnaval más salvaje lo viví hace cinco años, cuando iba pasando por la casa de un vecino y del balcón me lanzó huevos, que para rematar estaban podridos. Me bañé muchas veces, pero el olor estuvo ahí por una semana, quedé traumada, esa sensación y el olor fueron horribles.
Pero el asunto no quedó así, no pude desquitarme en ese momento porque se escondía, pero un mes después le lancé también huevos dañados, para que vea lo que se siente. Ahora, en cada carnaval, cuando salgo, miro para todos lados y me acuerdo de la lluvia de huevos”.
“Pasaba por el suburbio de Guayaquil y vi gente lanzándose al estero Salado, con la cara manchada de colores, parlantes afuera de las casas y piscinas armadas en la calle. Me bajé del carro para tomar unas fotos, pero ¡me quedé! Viví el mejor carnaval de mi vida, me bañé con yin y blusa, con espuma, porque ahí la gente hace la fiesta. Se ven familias sentadas en el portal disfrutando. Me lanzaron a la piscina, tomé cerveza, comí alitas y sin gastar ni un solo dólar; me quedé toda la tarde, me encantó. Este año vuelvo”.
“En mi adolescencia los disfruté mucho. El carnaval que más recuerdo fue uno en el que me arrastraron, fue cuando era vocalista de Tierra Canela. Para que no me mojen me les escondí en una cocina, pero cuando me encontraron, me agarraron y me lanzaron a un charco de agua y lodo. Quedé hecha un desastre, estaba con el uniforme y las botas que usaba en la agrupación, pero todo quedó hecho dañado, nunca más se pudo usar esa ropa y menos las botas, que eran blancas, quedaron inservibles”.
“Cuando tenía 18 años estaba ‘chiro’, pero quería carnaval, y con un pana cogimos la guitarra y el bongó y nos fuimos ‘a dedo’ a Montañita. Tocamos en todos los bares y nos hicimos como 150 dólares; dormíamos en la playa, comíamos cualquier cosa, fue algo como de hippies, fue una locura. Al final, hasta detenidos en la UPC estuvimos, porque al gerente de un hotel lo lanzamos a la piscina. Era la locura de la adolescencia, pero fue divertido, una linda época que cada vez que la recuerdo me causa risa, porque fue toda una bella locura”.