A Arianna Mejía, la “rubia peligrosa” como dice su primer sencillo ‘Bien perra’, le ‘valen’ los malos comentarios que está segura se emitirán luego de lanzar el videoclip de esta canción.

“Yo no soy como el resto. Yo sé que esas mismas mujeres que me critican, también son mis fans”, bromeó mientras se ajustaba la iluminación de colores de la suite de un motel, el lugar escogido para el rodaje.

Luces rojas, azules, amarillas y su respectivo reflejo en los interminables espejos abundaban en ese cuarto que ‘olía’ a perreo, como la letra de la canción que se grabaría.

La tarde y noche de duro trabajo que le esperaba recién estaba comenzando.

En la acogedora suite había aproximadamente 10 personas moviéndose como hormigas al compás del trabajo que se avecinaba. De entrada, el ambiente de sensualidad era lo que mandaba. Dos grandes cuadros de cuerpos desnudos disfrutando de un encuentro íntimo le daban el toque de sexualidad que caracteriza al sitio, acorde a como se define la modelo: irreverente.

Un poco más allá, y olvidada solo por esta ocasión, estaba la cama. Un gran lecho estaba cubierto por sábanas blancas que fueron destendidas por el ajetreo del momento y ocupadas por los equipos que preparaban para el video. Luces, cables, cámaras y trípodes tenían su ‘romance’ sobre la cama.

Arianna, por su parte, sabía que atraía todos las miradas, pues su enterizo morado de randa y con ‘cutouts’ (pequeños recortes en la tela) exponía sus curvas.

“Yo no puedo ir a grabar a una iglesia, sería el colmo”, decía la modelo y cantante mientras apreciaba la suite con jacuzzi, un sillón tantra (sofá diseñado para recrear las posiciones del Kamasutra) y un tubo que no dudó en usar, aunque admitió no haber practicado nunca en uno igual. “Aquí algo haré”, expresó con una sonrisa pícara que demostraba su confianza.

Las labores de la tarde del lunes 13 se extenderían “hasta que el cuerpo aguante”. Todos habían ido preparados, con los atuendos adecuados. “Yo sí traje mi ropa para bañarme en el jacuzzi”, dijo Andrés, el productor del audiovisual, entre risas. Él admitió estar listo para hacer las tomas acuáticas necesarias.

La protagonista del videoclip, mientras practicaba su coreografía, reconoció que no todas las artistas nacionales estarían dispuestas a destaparse como ella lo hace. “Yo no soy mojigata como otras. Esas se hacen no más”.

Sin embargo, reconoció que cada quien tiene su espacio y que a ella le gustaría hacerse conocida internacionalmente.

“Con esto quisiera llegar a otros países. Yo amo mi país y no pienso que sea muy pequeño para mí, pero la mente de los ecuatorianos es muy cerrada”, opinó.

Arianna hace pocas semanas estuvo en Ámsterdam (Países Bajos) y París (Francia), donde, diee, ‘se enamoró’ de la forma de vida de los europeos. “Al salir del aeropuerto, la gente se estaba tomando un café con marihuana. Aquí eso sería mal visto”.

No obstante, parece que sus sueños estar por cumplirse, pues afirma que en ocho meses se irá a Italia, donde tiene familiares, a quienes les ha pedido ayuda hasta estabilizarse en el país de las pastas.

“Me ayudarán, pero yo sé que el muerto apesta a los tres días”. Y añadió que no está segura de que su actual esposo, Troi Alvarado, la acompañe en su “nueva aventura”.

“Ahorita estamos distanciados, pero al final él tiene que decidir si se va conmigo. Él está seguro de que soy buena mamá y que puedo hacerme cargo de mi bebé. Con el papá de mis hijas no tengo problema”.

Su maquillaje, hasta ese momento, lucía intacto. Las sombras turquesas y moradas que adornaban sus párpados no hacían juego con su maquillaje en los labios. “Demoramos dos horas en hacer todo esto”, comentó su maquilladora.

“Trabajamos bastante para que esto pase y esperamos que sea imperfecto, para que la gente se dé cuenta de lo duro que es poner en escena todo esto”, enfatizó. Pero esto era solo la primera parte del producto final.

Las otras tomas, comentó, serían en una discoteca con más de 30 personas bailando alrededor de ella.

De un momento a otro, la rubia se destapó, literalmente. Se sacó la falda que vestía para que no se le vea nada “fuera del show” y se quedó con sus ‘pompis’ completamente expuestas. “Así soy yo y no niego toda la experiencia que tengo, pero esto también es parte de un personaje”, finalizó.